Y ¿Qué Quiere Dios Conmigo?

Discipulado "¿Y Ahora Qué?" - Lección 2

Dios creó al hombre con un propósito bien definido (Génesis 1:26-27). Cada persona es imagen y semejanza de Dios, Él nos creó con talentos y habilidades que nos permitirían señorear la tierra. Pero todo este plan se alteró cuando Satanás logró engañar a Adán y su mujer, y aún lo hace hoy en día, engañando a cada persona para que pierda la oportunidad de llegar a ser esa persona que Dios tiene planeado que sea.

Dios aún no ha cambiado, Él aún se mantiene en el plan original, así que envió a su Hijo Jesucristo para poder restaurar dicho plan. Y Jesucristo tuvo que dar su vida sobre una cruz para poder ofrecerte una oportunidad de volver al plan original de Dios para ti.

Los pasos para volver al plan original de Dios, y que tú puedas alcanzar todo el potencial que Dios puso en tu vida son:
* Poner tu fe y confianza en lo que Jesús hizo, su muerte y su resurrección como tu única fuente de salvación. Al hacerlo, Él viene a vivir contigo (Efesios 2:5) y te da su Santo Espíritu para que viva dentro de ti, en tu corazón (1 Corintios 3:17).

* Dejar de vivir una vida centrada en ti mismo, para poder abandonar aquellas cosas que tú sabes que te lastiman a ti mismo y que a Dios no le agrada. No te preocupes, aunque el cambio no es de la noche a la mañana, el Espíritu Santo que vive en ti te dará el poder.

Y es que cuando Jesús viene a tu vida, ocurren cambios radicales: cambian las metas, los valores, la dirección de vida (2 Corintios 5:17). Hace a un lado todo aquello que estorba en tu vida y que evita que llegues a cumplir SU propósito para tu vida. También la Biblia afirma que obtienes la vida eterna (1 Juan 5:11-12).

Cuando venimos a Cristo cambiamos de la oscuridad a la luz y de las garras de Satanás a las manos amorosas de Dios. Él promete en su Palabra que nos dará fuerza para vencer las tentaciones del pecado (1 Corintios 10:13). Habrá luchas, pero Dios está contigo ahora. Si pecas te vas a sentir avergonzado, pero en lugar de sentirte rechazado, puedes venir a él con confianza y recibir perdón y ayuda.

No hay nada que hagas por lo cual Jesús no haya pagado por ello (1 Juan 1:9; Hebreos 4:16). Empezarás a entender la gracia de Dios y su misericordia (gracia quiere decir: recibir algo bueno que no merecemos; misericordia quiere decir: no recibir el castigo que merecemos).

Esto es lo que Dios quiere de ti: que creas en Él, que pongas tu confianza y fe en su Hijo Jesucristo, para que tú puedas alcanzar todo el potencial que puso en ti y puedas cumplir el propósito para tu vida.

Así que si tú quieres hacerlo, tan sólo tienes que recibirle a Él como tu Señor y Salvador. Si aún no lo has hecho, te invitamos a que ores y pidas al Señor lo siguiente:

Dios, he entendido que tú me creaste con un propósito, y que por mucho tiempo he vivido lejos de ti. Ya no quiero estar más así. Quiero que me ayudes a cumplir Tu propósito en mi vida. Creo en ti y en lo que hizo tu Hijo Jesucristo en la cruz para que yo pudiera ser salvo. Y quiero que seas mi Señor y Salvador. Amén.

Ahora que has recibido a Cristo en tu corazón, cada vez que te mires al espejo verás que el orgulloso y obstinado de antes, ya no existe más. Eres una nueva criatura (2 Corintios 5:17), por eso a este momento en que recibes a Jesús en tu corazón por fe le llamamos NUEVO NACIMIENTO.

Aun cuando falles nuevamente o te sientas tentado a volver a tu vida anterior, recuerda, que ese de antes ya no eres tú. Tú eres un hijo de Dios, una nueva persona en Cristo. Un bebé espiritual que necesita alimentarse para crecer sano y fuerte. Así que no te desanimes.

Comentarios

Los más leídos