Y ¿Qué Onda Con Dios?

Discipulado "¿Y Ahora Qué?" - Lección 1

¿Tú crees en Dios? ¿Qué me dirías si te digo que 10 astronautas invisibles están alrededor de ti y nos dicen que hay que dejar el planeta? ¿Me creerías? ¿Se podría creer en Dios más que en los astronautas invisibles? Y, ¿en verdad existe Dios?

En primer lugar déjame decirte que la existencia de Dios no puede ser probada. Pero, tampoco puede probarse que Julio César existió. Por supuesto que existen preciosos bustos de Julio César. Hay monedas grabadas con su nombre e imagen. Libros acerca de él pueden ser hallados en las bibliotecas. Documentos antiguos y escritos hablan acerca de él. Pero todas estas cosas son evidencias, no pruebas. Las evidencias apuntan hacia un hecho. Las pruebas confirman un hecho innegable.

Por ejemplo, yo puedo probar que 2+2=4. Puedo poner dos naranjas y aumentar dos, y siempre tendremos como resultado 4 naranjas. ¡Esto es una prueba! Es a lo que los científicos denominan prueba empírica. Pero si existió o no Julio César no puede ser probado empíricamente. Sin embargo, el peso de las evidencias históricas indican que él en realidad vivió.

Lo mismo es verdad acerca de Dios. Su existencia no puede ser probada. Sin embargo, tal como en el caso del César, el impresionante peso de las evidencias hacen posible creer en la existencia de Dios. Hombres y mujeres a través de la historia han testificado acerca de la realidad de Dios.
* Un hombre llamado Moisés encontró a Dios ardiendo en una zarza y escribió su experiencia, la cual forma parte de la Biblia.
* Un rey de Israel llamado David dio el crédito a Dios de su trono.
* Un prisionero político, el apóstol Juan, escribió su encuentro con Dios en un escrito llamado Apocalipsis.

Todos estos no son pruebas, pero sí evidencias.

Evidencias existen registradas en todas las civilizaciones. Desde tiempos prehistóricos, la idea de Dios ha existido en la mente del hombre.Evidencias existen también en la naturaleza. Por ejemplo, nuestro universo contiene alrededor de 100 billones de galaxias. Cada galaxia contiene alrededor de 100 billones de estrellas y aun muchos planetas. Los astrónomos que han explorado una pequeñísima parte de este vasto universo deben o creer en Dios, o asumir que estas cosas “suceden por accidente”.

Una molécula de ADN humano, tan pequeña como para ser admirada a simple vista por el ojo humano, es un complejo de alrededor de 100 millones o incluso 100 billones de átomos. Los biólogos que estudian el ADN deben de creer que es un diseño de Dios o imaginar que todo este complejo tan excelentemente diseñado es “producto de sí mismo”, como si un enorme rompecabezas de 100 billones de piezas se ensamblaran por casualidad dentro de su caja.

Algunas de las evidencias más convincentes de la existencia de Dios son las experiencias de hombres y mujeres. Ateos que después de investigar ven sus vidas transformadas: C.S.Lewis (autor de Crónicas de Narnia). Artistas y Deportistas que encuentran la felicidad para sus vidas vanas y vacías (Juan Luis Guerra, Kaká, muchos otros).

Un alcohólico de años, que una noche anuncia que su vida ha sido cambiada y deja de beber. Un adolescente que ha pensado en el suicidio a causa de la soledad encuentra esperanza, incluso la felicidad en la oración, lectura de la Biblia y asistir a una Iglesia.

En cada uno de esos casos, el cambio vino a causa de creer en Dios. Eventos como estos suceden cada día. Ellos no pueden probar la existencia de Dios claro. Pero sí son evidencias.

Pero aún así, Dios no espera que creamos en Él por las pruebas o la falta de ellas. Dios espera que nosotros creamos en Él por fe (Hebreos 11:6).

No se puede exigir pruebas a Dios. Él es infinitamente superior a nuestros limitados esfuerzos por entenderle. Cuando creemos en Él y lo buscamos en oración y estudiando su Palabra, y nos reunimos, Él se revelará a nosotros mismos y a los demás a través de nosotros.

Comentarios

Los más leídos