Te Vas A Ir Al Infierno

Te Vas A Ir Al Infierno
¿Te ha pasado? ¿Has fallado al Señor? ¿Por más que lo intentas vuelves a fallarle? ¿No falta quien te diga que te irás al infierno?
Descubre porque es tan importante levantarte y tomarte de la mano del Señor para no pecar más.

Soy contado entre los que descienden a la fosa; He llegado a ser como hombre sin fuerza, Abandonado entre los muertos; Como los caídos a espada que yacen en el sepulcro, De quienes ya no Te acuerdas, Y que han sido arrancados de Tu mano. (Salmo 88:4-5)

En más de una ocasión me he levantado con los ojos rojos de tanto llorar. ¿Por qué? Supongo que por lo mismo que tú has llorado también en más de una ocasión. Porque todo en mi vida parece ir de mal a peor. Y no sólo cuando no era cristiano, ya que ahora que también lo soy hay ocasiones en las que continuó haciendo cosas que sé que están mal. También he pedido perdón una y otra, y otra vez y hasta he llegado a sentirme hipócrita y mentiroso. En más de una ocasión he deseado sentir el amor de Dios, pero ¿cómo podría amarme cuando hago lo que estoy haciendo? Y no faltan los amigos que aseguran que te irás al infierno porque Dios te va a juzgar por todas tus mentiras y pecados. He terminado inconsolable y sin saber qué hacer.

Es que es tan difícil ser bueno cuando somos tan débiles. Pero luego leí a Pablo, luchando con aquellas cosas que sabía que no debía hacer y que no quería hacer. Entendí que ninguno se escapa completamente del pecado. Dios desea que lo intentemos y que luchemos para ser mejores. Dios no sólo juzgará lo que se ve, sino que ve primeramente lo que no se ve: tu corazón. Y es que llegarás a ver personas muy piadosas por fuera, pero por dentro son de lo peor. Y no podemos separar lo uno de lo otro. Dios juzga comenzando en las intenciones de tu corazón, quizás le falles pero Dios te sigue amando y desea que lo vuelvas a intentar, pero ya no lo intentes sólo, sino con Su ayuda. El deseo de Dios es que no te alejes, sino que tomes su mano, te reconcilies con Él y comiences a caminar tomado de su mano para no fallarle más.