Que Mis Enemigos Sean Deshonrados



Antes que me juzgues mal por el versículo de hoy, considerándome mala onda por desearle mal a mis 'enemigos', permíteme explicarte el contexto de esta frase.

El Salmos 6 es una petición que David le hace a Dios, reconociendo que le ha fallado, reconociendo ante Dios que es débil y que merece corrección y disciplina. En lo personal, muchas veces he recurrido a una oración igual, pidiendo a Dios tenga compasión de mí, porque aunque intento hacer lo correcto muchas veces termino haciendo lo incorrecto.

Si te ha pasado lo que a mí, habrás llegado al punto en que las palabras ya no brotan porque no hay más que decir, y es cuando las lágrimas surgen de rabia, de dolor por no haber sido más fuerte o no haber tenido el valor de decir no a tiempo. Y es que surgen aquellos enemigos que te enfrentan y te hacen caer tantas veces: drogas, alcohol, lujuria, adulterio, chisme, mentiras, robo, sexo ilícito, etc.

Lo más maravilloso de esos momentos es cuando comienzas a sentir el abrazo tierno, compasivo, amoroso y perdonador del Señor, quién siempre tiene sus oídos atentos al clamor de un corazón humilde y que reconoce su necesidad. Es cuando reúnes valor para ponerte de pie y perseverar, continuar sin volver atrás, a caminar buscando no pecar más. Y declarar: que el Señor ha escuchado tu oración y por tanto tus enemigos serán deshonrados y aterrorizados y huirán avergonzados.

Comentarios

Los más leídos