Padre

Pero sucedió algo maravilloso,
comencé a escuchar más acerca de Dios, de su amor, de su interés por mí. Al
principio no lo podía asimilar: 'Si Dios es bueno, porque permite que yo siendo
bueno pase por cosas malas'; 'Si Dios se interesa por mí, porque no escucha mi
oración y cambia a mi familia'; 'Si Dios me ama, porque no mejor me lleva'.
¡Cualquier parecido con tu realidad es mera coincidencia!
Pero bueno, me decidí, nada
perdía y comencé a entender que en un mundo lleno de maldad lo increíble es que
aún me sucedieran cosas buenas y maravillosas. A entender que debía dejar de
ser orgulloso y pensar que todos los demás están mal, y entonces pedí y permití
a Dios que antes que cambiara a los demás me cambiara a mí.
Y en cuanto al amor que
necesitaba, en cuanto a la soledad que sentía, en cuanto a la necesidad de un
Padre amoroso... Él fue llenando mi corazón con estas palabras: 'Tú eres mi
hijo, hoy he llegado a ser tu Padre'. ¿Y qué padre mejor que Dios? Sabio para
aconsejarme, amoroso para abrazarme, Poderoso para protegerme, etc.
El anhelo de Dios para contigo
es exactamente lo mismo: quiere que puedas llamarle PADRE. Y que disfrutes de
su amoroso cuidado y bendición paternal.
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