Aprende A Disfrutar La Vida
Para Aprender A Disfrutar La Vida…
Necesitas Disciplina
Dios no premia la flojera, la apatía o la mediocridad. Al contrario, Él espera que todo hijo suyo se comporte con dignidad y disciplina. Pero ¿qué difícil nos resulta vivir de manera disciplinada? Y es que tal parece que la sociedad desea que la disciplina, la auto disciplina principalmente, desaparezca. Piénsale: si un niño es regañado por su padre por algo que estaba haciendo mal, las personas le dicen al padre “¡Ay no! ¿cómo va a regañarle?”, ya ni digo si se le ocurre corregir con una vara, porque es demandado. En las secundarias y preparatorias ya no se les enseña a los adolescentes que tengan auto control, ahora se les dice “niños, ustedes son como animalitos, así que no podrán evitarlo, tengan sexo sólo usen preservativos”. En las escuelas, los jóvenes ahora tienen su celular e interrumpen las clases, etc.
Algo importante que debes entender es que las reglas no son para amargarnos la vida, además de procurar un bienestar para nosotros, nos ayudan a ser disciplinados. Y la disciplina nos ayuda a triunfar en la vida. Y es que la vida no es como tener una tarea, sentarte frente a tu computadora dar click en google y listo tarea casi completa. Por el contrario, en la vida se requiere de mucho trabajo, requiere que te esfuerces. De hecho, para cada situación en tu vida, Dios sabe que tienes la capacidad para completar la tarea, Él tiene grandes planes para tu vida. Pero quién debe cumplir con ese propósito eres tú, siendo disciplinado.
Recuerda, para triunfar en la vida, se requiere de disciplina, la cual comienza en casa. Obedeciendo las reglas en casa, los horarios de llegada, en la escuela cumpliendo con tareas, llegando a tiempo al salón de clases, respetando a los maestros. Respetando las reglas de tránsito, etc. Y nunca olvides, la única alternativa a la disciplina, es el desastre.
Así que el día de hoy dile al Señor: Padre Celestial, ayúdame a ser disciplinado y justo. Ayúdame a enseñar a los demás, con la fidelidad de mi conducta, ayúdame a hacer siempre tu voluntad. En el nombre de Jesús. ¡Amén!
Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer… (1 Corintios 9:27)
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