Hechos De Los Apóstatas 1

Introducción
La Justificación De Este Estudio
¿Qué pasaría si los apóstoles de hoy se entrevistaran con Jesús? ¡Descúbrelo!

Se dice que cierto día, los líderes cristianos del nuevo milenio convocaron al Señor Jesús para tratar temas de suma importancia, ya que estaban muy preocupados por la imagen de la Iglesia en estos tiempos. Obviamente, esta reunión fue transmitida en vivo para que “millones” de cristianos pudieran ver el desenlace de esta junta.

Jesús, tú mejor que nadie sabes cómo está la situación actual. Se está poniendo difícil para todos, y queremos preguntarte algunas cosas que nos inquietan. Por ejemplo: ¿Por qué no te tiraste del pináculo del templo? ¡Imagínate! Qué espectáculo habría sido si en medio del culto te ven caer y antes de azotar los ángeles te sostienen. Eso sí que hubiera llamado la atención, todos se habrían postrado a tus pies. Y es que déjanos decirte algo, a la gente hay que darles milagros y testimonios fantásticos para que te sigan. Es más, si hubiésemos sido nosotros tus acompañantes el día del milagro de los panes y los peces habríamos anunciado en todo medio de comunicación algo como: “Amigos y amigas, están invitados a un culto de poder y milagros que se llevará a cabo mañana. Habrá alabanza que revolucionará tu adrenalina y escucharás la Poderosa Palabra que cambiará tu existencia y bla bla bla”. Y es que así es como hacemos las cosas Jesús en este nuevo milenio; pero la verdad nos desconcierta el porque tú le pedías a las personas que no dijeran nada acerca del milagro que habían recibido. Lo que hay que hacer si alguien recibe un milagro, una visión o un rhema de Dios, es publicarlo en un libro, o grabar un cd o dvd con su testimonio y no esperar 14 años como sucedió con Pablo. ¡Te falta marketing evangelístico!

Otra cosa que nos tiene muy desconcertados es que la base de nuestra prédica es la conquista y la toma de riquezas que nos darán el poder para llegar al gobierno de nuestras naciones. Creemos que lo espectacular y portentoso es el verdadero y único reflejo de nuestra misión. Entonces ¿cómo se te ocurrió nacer en un pesebre? ¿En un pueblo insignificante? ¿Entre animales y pastores? Tanto esfuerzo que hacemos en demostrar que el evangelio quiere que tengas opulencia económica, y tú enseñando que el amor al dinero es peligroso. Y luego entrando en un pollino prestado a Jerusalén, o pidiendo a los ricos que repartan todo lo que tienen con los demás, cuando nosotros enseñamos que hay que tomar las riquezas del mundo. Es más, te informamos que hemos cambiado nuestro lema evangelístico. Ya no es más Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo”, ahora es 3 Juan 1:2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Este lema, y el evitar eso que dijiste de sufrir persecución, nos han traído muy buenos resultados.

En base a lo que hemos expuesto, estimado Jesús, tenemos dos posibles opciones:
1) Que amablemente abandones el puesto de Señor de la Iglesia, pues no te identificas para nada con el nuevo espíritu misionero y evangelístico de la Iglesia del nuevo milenio. O
2) Que nosotros nos acoplemos fielmente a tu vida, a tus enseñanzas y a tu persona; pero para ellos tendríamos que reconocer que estamos en un error, tendríamos que cambiar nuestra mente liberal y abierta y despojarnos de aquello que pides. Y eso querido Jesús, ¡está difícil! (Idea original de Ulises Oyarzún)

***

He pensado, en repetidas ocasiones, lo siguiente. Los cristianos de hoy, por no querer decir que el liderazgo, están en el punto de decirle a Jesús: “Señor, estamos llenos de unción, de poder y de iglesias bajo nuestra cobertura, que más necesitamos para “arrebatar” el Reino de los Cielos”. Y el Señor como en los días en que estuvo entre nosotros les respondería: “Guarden todos mis mandamientos y enséñenlos así”. Ellos con firmeza, sin duda alguna dirán: “Lo hemos hecho desde que nos entregamos a ti. Tú conoces la perfección con la que nos hemos movido desde que te conocemos”. Y entonces ¿qué pasará cuando Jesús les diga: “Una cosa les falta. Despójense de toda la fama y opulencia económica que han acumulado”?

En historia aprendí que el momento más oscuro de la Iglesia, comenzó cuando sus líderes se olvidaron de la gente, y se alejaron poco a poco de las enseñanzas de Cristo y se preocuparon por acumular riquezas, en nombre de Dios. Se enfocaron en hacer enormes templos, bellísimos sin duda, reflejo digno de la majestuosidad del Señor. Pero poco a poco, sin darse cuenta, llegaron a ser una Iglesia muerta, preocupada más por el dinero, al grado que se pusieron a vender la salvación. En pocas palabras, se convirtieron en apóstatas.

Es por eso que en mi corazón he sentido escribir un poco acerca de esto: Cuidado con la apostasía (Apostasía significa apartarse), ya que en la Biblia se predice que habría un gran alejamiento de la fe antes del retorno de nuestro Señor Jesucristo. Así que debemos cuidar de no desviarnos poco a poco de la sana doctrina. Cuidemos y defendamos la fe. Y es que nosotros somos la sal, y la sal mantiene la comida sin pudrirse. Pero si la sal no sirve, todo se echa a perder.

Comentarios

Los más leídos