Dios Creó


Todo lo que tiene un diseño, tiene un diseñador. Y el universo, la tierra, el mismo ser humano tienen un diseño tan complejo que resulta inverosímil creer que todo esto fue producto de una gran casualidad.

No me atrevo a decir que Dios no haya provocado una gran explosión, o que haya comenzado a estirar el universo. La Biblia no dice cómo o qué pasó cada vez que Dios decía; pero lo que sí es claro es que nada surgió de la casualidad. Todo procedió de Él.

Desde el proceso de la creación se ve el orden y la sabiduría divina: primero separando luz de tinieblas. Luego encerrando agua dentro de una bóveda, y comenzó la oxigenación. Luego apareció lo seco y esto seco podía ser regado por el vapor de agua permitiendo que brotara la hierba. Los astros y estrellas. Como dentro de la bóveda de aire se había creado el efecto invernadero perfecto, el agua produce vida y se llena de peces y las aves surgen, finalmente los animales terrestres aparecen. Y el punto final de la creación: un ser que se asemeja a Dios, el ser humano.

Todo en un orden maravilloso, todo con un diseño inigualable. Desde frutas que dan los nutrientes necesarios a las personas de acuerdo a la región donde viven. Por ejemplo: los de las costas tienen un fruto que es un suero natural para evitar la deshidratación, el coco. Frutas con alto contenido en vitamina C para las regiones y épocas frías, etc.

No cabe duda, Dios creó los cielos y la tierra.

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