Dios Celoso

No sé a ti, pero a mí me costaba un poco entender la idea de que Dios fuese celoso; y eso era porque normalmente relacionaba los celos con la inseguridad, con los gritos, con las escenas y panchos entre parejas. Y ciertamente, somos la novia de Cristo, pero no concebía la idea de celos en su persona. Hasta que un día se me ocurrió investigar la definición de Celos: comúnmente se denomina así a la sospecha o inquietud ante la posibilidad de que la persona amada nos reste atención en favor de otra.

Ahora sí me queda clara la idea de un Dios celoso. Él no quiere que tengamos otro dios aparte de Él, ¿por qué?

No es por inseguridad a que alguien mejor haya aparecido, porque de hecho no hay nadie que se le pueda comparar. Sus celos no son por inseguridad.

No es por capricho porque no lo hace con el afán de retenernos aún en contra nuestra. Sin duda alguna es por amor, porque Él desea que nosotros podamos experimentar TODO su amor, y para ello necesita de toda nuestra atención y deseo. Él no quiere que algo nos distraiga o nos haga perdernos todas las bendiciones que ha preparado para nosotros.

Dios, es celoso porque te ama y desea tener toda tu atención para demostrarte todo su amor inagotable.