Un Fracaso Muy Útil

Lo creas o no, Dios usa incluso nuestros fracasos para hacer Su obra maravillosa.
Veamos el ejemplo del rey David de Israel: Él fue ungudi para ser el siguiente rey sobre su nación cuando era tan sólo un muchacho, incluso siendo el más pequeño de sus hermanos. En pocas palabras, le habían asegurado el éxito desde pequeñito. Pero, lo que pasó fue que al llegar al palacio al servicio del Rey Saúl, este comenzó a sentir envidia e intentó matarlo una y otra vez. Razón por la cuál David decidió huir y esconderse en cuevas en el desierto. Muy probablemente en este punto, David pudo haberse preguntado: ¿Por qué me está pasando esto a mí? ¿Qué no se supone que iba a ser el rey? ¿Por qué entonces ando viviendo como fugitivo?

Sin embargo, la historia nos muestra que otros hombres comenzaron a llegar -hombres que tenían problemas o que estaban endeudados o que simplemente estaban descontentos- a donde él estaba, y David llegó a ser capitán de unos cuatrocientos. Otros veían en David, no a un hombre fracasado, sino a alguien exitoso. Así que David comenzó su ejército, aunque con hombres que a la vista de los demás,eran fracasados, comenzando por él mismo. Pero lo que hizo el Señor con todos estos hombres, incluyendo al futuro rey de Israel fue maravilloso. Tanto que cuando David llegó a ser rey, su ejército fue reconocido por ser de hombres poderosos y de gran valor.

Hay algo que tenemos que aprender, Dios usa aún nuestras derrotas o fracasos para hacernos útiles. Si no me crees, basta con recordar coo Jesús llamó a sus discípulos, no escogió a los exitosos, de hecho fueron hombres comunes, unos de ellos eran pescadores que no habían atrapado nada toda la noche; otro era un traidor a su nación, trabajando para el pueblo que los había esclavizado; etc.

Para muchos, el fracaso es una razón para la descalificación, y tristemente, aún en la iglesia suele considerarse lo mismo. Pero hay que darnos cuenta que para Dios esto no es así, de hecho, para Él es tan solo parte del proceso de madurez.

Un fracaso no te convierte en fracasado, te convierte en alguien experimentado. Te capacita par ser útil para Dios y su reino, y para lo que aún tienes por delante. Tú puedes aprender de tu fracaso y evitar que vuelva a pasar. Y eso es lo que más desea Dios, hijos dispuestos a aprender, dispuestos a levantarse si es que caen.

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