Un Retrato De Su Gloria

Un Retrato De Su Gloria
¿Nunca te has puesto a pensar en que o a quién ven los demás a través de ti? ¿Será a Dios?
Descubre porque debemos ser luz en las tinieblas.

¿Se darán a conocer Tus maravillas en las tinieblas, Y Tu justicia en la tierra del olvido? (Salmo 88:12)

Recuerdo que un amigo mío se enamoró de una pintura. Estaba decidido a hacer lo que fuera con tal de tenerla. Finalmente la compró y la llevó a su casa. Cierto día visité su casa y me sorprendió no ver la pintura por ningún lado. Ya motivado por la curiosidad le pregunté por la pintura. Él me dijo: en el momento en que la traje comencé a pensar y si se daña. Así que la empaqueté muy bien y la tengo muy bien guardada en el armario. ¿Cómo?, pensé. Nadie podrá ver y admirar la belleza que tanto alabaste de esa pintura.

Nosotros hemos recibido un tesoro de gran valor: Jesucristo. Pero ¿qué deberíamos hacer con Él? ¿Deberíamos guardarlo en lo más profundo de nuestros corazones y que nadie pueda verlo? Ó ¿Deberíamos exponerlo para que todo mundo pueda verlo? La palabra nos enseña que debemos ser como la ciudad en la cima de una montaña, la luz brillante en medio de la oscuridad, la sal de la tierra. Ninguno de nosotros podríamos llamarnos cristianos sí somos egoístas y no compartimos a quién tenemos dentro de nosotros. Hemos obtenido una perla de gran precio, debemos mostrarla orgullosos a todo mundo. Debemos pedir al Señor que nuestras vidas sean un retrato de Su amor. Ser ejemplos de Su grandeza y Su Gloria en esta tierra.