Caminando Con Cristo
¿Estás En El Camino De La Fe?
Descubre cuál es la forma correcta de caminarlo
Pero al resucitar de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo, probó ser el Hijo de Dios. Por medio de Cristo, Dios derramó su gracia sobre nosotros y luego nos envió a todas las naciones, para que éstas sean obedientes a la fe por amor a Cristo. Ustedes, están incluidos entre esas naciones, y Dios los ha llamado a pertenecer a Jesucristo. (Romanos 1:4-6)
El camino de la fe tiene propósitos divinos, y necesitamos aprender a obedecer, sin importar lo que sea. Aun cuando la dirección que toma el Señor sea rara, podemos tener en cuenta que Él es bueno.
Caminar en obediencia con Cristo no garantiza una vida más fácil, esto lo podemos ver en la vida del apóstol Pablo. Él se encontró con toda clase de pruebas, como naufragios, persecución, golpes, etc (2 Corintios 11:23-27). Pero siempre ten cuenta que nada puede tocar al creyente sin el permiso del Dios que te ama. Pero también debes saber que Él usa las dificultades de la vida para fortalecerte y corregirte –y poco a poco a cumplir con Su Plan para tu vida. Recuerda también que el Señor protege a sus hijos del sufrimiento, así como mantuvo a salvo a Pablo en cada situación, aun en las que parecían imposibles.
La adversidad suele tentarnos a ignorar la guía del Espíritu Santo. Pero podremos lamentarnos de si tomamos esa decisión, ya que el Señor no evita las consecuencias de nuestros pecados. Sin embargo, Él nunca deja ir a Sus hijos, Él siempre estará protegiéndolos y guiándolos a través de la vida.
Caminar en obediencia y confianza es la única avenida para la verdadera paz. Tal y como Pablo estuvo en una prisión romana con su vida en peligro, pero animando a los demás creyentes a que oraran con gratitud. Obedecer y confiar en el Señor nos llevará a experimentar una paz incomprensible.
La única manera sabia para vivir es confiando en el Altísimo Dios y seguirle a dónde quiera que nos lleve. Para ello aprenderemos y experimentaremos contentamiento, plenitud, protección y paz. ¿Estás en el camino de la fe? ¿O te estás echando para atrás y perdiendo la oportunidad de experimentar lo que Dios tiene para ti?
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