Prosperidad

** Basado en Fundamentos Para El Logro de John E. Schrock

"Los que trabajan empeñosamente se enriquecen. " (Proverbios 10:4)

Dios desea bendecir a sus hijos "abundantemente." Nunca debemos dudar del deseo y la disposición de Dios de hacer prosperar a aquellos que siguen sus caminos. Él dijo que si oímos su palabra y seguimos sus caminos, leyes y estatutos, nos mandará bendiciones. Dijo también que tendremos tanto que no podremos administrarlo. Bendecirá cada cosa buena que hagamos y hará que seamos cabeza y no la cola. También dijo que nos bendecirá en la ciudad, en el campo, en la familia, en la comunidad. (Deuteronomio 28).

El deseo de Dios es bendecirnos y hacernos prósperos, para mostrar al mundo que sí hay recompensa al seguir sus caminos. Dios no es un jefe avaro ni de recompensas injustas. Él paga bien por la obediencia y la dedicación a sus principios. Dijo que si seguíamos sus leyes y disciplinas por nosotros mismos, en las reglas del juego de la vida, ganaremos. Nos volveremos como el árbol plantado junto a la orilla de un río que da su fruto en su tiempo y sus hojas nunca se marchitarán y todo lo que hagamos prosperará.

El Señor no dejará que un hombre bueno se muera de hambre y tampoco dejará que las riquezas de los hombres malvados continúen para siempre. Las personas perezosas se empobrecen rápidamente, los que trabajan duro se enriquecen. ¡Qué balance! Algunas veces parece que los malvados son los más prósperos, y eso nos da tentación de ser o hacer lo mismo que ellos o bien moldeamos nuestras vidas según ellos.

Pero éste proverbio dice que El Señor no dejará que las riquezas de los malvados continúen para siempre. Si obtenemos nuestras riquezas con la trampa, la mentira ó la manipulación, pronto desaparecerán. Dios sabe que las leyes que estableció significan vida, libertad y prosperidad. Pero también traerán fracaso si son violadas. Seguir su sistema es escoger una buena vida, pero esa buena vida se construye poco a poco, porque la prosperidad que da el SEÑOR es COMPLETA, Integral es decir en un TODO completo, no sólo económica sino también emocional y espiritual. Por eso tarda.

Hay principios de paciencia y trabajo duro que van de la mano con la prosperidad duradera. Cuando trabajamos duro y seguimos los principios de santidad, él, nos bendecirá y magnificará nuestros esfuerzos para ponernos adelante. Nos dará bendiciones que mantendrán nutrido nuestro espíritu productivo. Un deseo se desarrollará dentro de nosotros y nos llevará a metas buenas, metas que influyan y afecten a otros. Así es como Dios desarrolla su gente. él pone una visión dentro de ellos que les da un ardoroso deseo de éxito. Ellos aman trabajar porque les gusta el sentirse auto-valorados. El trabajo duro traerá ganancias, pero hablar mucho es barato y trae pobreza.

Trabaja duro y sigue los buenos principios, serás recompensado con éxito duradero, porque has sido diseñado por Dios.

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