Cómo Ser Un Líder Efectivo
Al ver Israel aquel gran hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios, el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés, su siervo. (Exodo 14:31)
¿Qué se necesita para ser un líder efectivo? ¿Carisma? ¿Habilidades, Dones, Talentos excepcionales? ¿Quizás una gran habilidad para hablar en público? ¿Te sorprendería saber que para Dios estas cualidades no tienen que ver con ser un líder efectivo?
Definitivamente las cualidades anteriores te ayudarán en tu liderazgo. Pero, el ingrediente o atributo que hacen de un líder cristiano, un líder efectivo es su integridad con Dios y su obediencia a su Voluntad. Entonces, Él hace el resto, Él manifiesta su poder en y a través de ese líder. Moisés fue un líder efectivo porque estuvo dispuesto a obedecer lo que Dios le mandaba. Cuando Moisés se paró frente al Mar Rojo, en obediencia al mandato de Dios, y este se abrió, Dios manifestó su presencia en él. El resultado fue que la gente le siguió. Y le seguían porque vieron como Dios obraba en y a través de este hombre. Ellos pudieron ver como este hombre era digno de ser seguido porque la unción de Dios estaba sobre él.
Así que cuando la gente vea el poder del Señor manifiesto en tu vida, ellos temerán a Dios. Te verán y dirán: “Esta persona tiene algo que no tengo, tengo que descubrir qué es”. Tu mayor reto como líder, es desarrollar una intimidad profunda con Dios, buscarle con todo tu corazón, el resultado será que verás el poder de Dios manifestándose en cada actividad de tu vida. Cuando esto pase, podrás ver como las personas te buscan y te siguen. El problema con muchos cristianos es que los no-cristianos no pueden ver en ellos diferencia alguna en su manera de vivir que los motive a desear la fe que ellos tienen.
¿Qué te hace diferente de tu vecino, de tu compañero de escuela, etc? ¿Es tu experiencia con Dios notable, marca la diferencia entre tú y los demás? Quizás no estás buscando al Señor como antes, quizás ya no se manifiesta tanto como antes, pregúntate por qué. Deberíamos vivir cada día una experiencia espiritual nueva con Dios. Cada día surgirá algo nuevo en tu vida y a través de ti, que hará que los demás vean SU presencia en ti. Y sin necesidad de buscar que te sigan como líder, la gente te buscará para seguirte.
¿Qué se necesita para ser un líder efectivo? ¿Carisma? ¿Habilidades, Dones, Talentos excepcionales? ¿Quizás una gran habilidad para hablar en público? ¿Te sorprendería saber que para Dios estas cualidades no tienen que ver con ser un líder efectivo?
Definitivamente las cualidades anteriores te ayudarán en tu liderazgo. Pero, el ingrediente o atributo que hacen de un líder cristiano, un líder efectivo es su integridad con Dios y su obediencia a su Voluntad. Entonces, Él hace el resto, Él manifiesta su poder en y a través de ese líder. Moisés fue un líder efectivo porque estuvo dispuesto a obedecer lo que Dios le mandaba. Cuando Moisés se paró frente al Mar Rojo, en obediencia al mandato de Dios, y este se abrió, Dios manifestó su presencia en él. El resultado fue que la gente le siguió. Y le seguían porque vieron como Dios obraba en y a través de este hombre. Ellos pudieron ver como este hombre era digno de ser seguido porque la unción de Dios estaba sobre él.
Así que cuando la gente vea el poder del Señor manifiesto en tu vida, ellos temerán a Dios. Te verán y dirán: “Esta persona tiene algo que no tengo, tengo que descubrir qué es”. Tu mayor reto como líder, es desarrollar una intimidad profunda con Dios, buscarle con todo tu corazón, el resultado será que verás el poder de Dios manifestándose en cada actividad de tu vida. Cuando esto pase, podrás ver como las personas te buscan y te siguen. El problema con muchos cristianos es que los no-cristianos no pueden ver en ellos diferencia alguna en su manera de vivir que los motive a desear la fe que ellos tienen.
¿Qué te hace diferente de tu vecino, de tu compañero de escuela, etc? ¿Es tu experiencia con Dios notable, marca la diferencia entre tú y los demás? Quizás no estás buscando al Señor como antes, quizás ya no se manifiesta tanto como antes, pregúntate por qué. Deberíamos vivir cada día una experiencia espiritual nueva con Dios. Cada día surgirá algo nuevo en tu vida y a través de ti, que hará que los demás vean SU presencia en ti. Y sin necesidad de buscar que te sigan como líder, la gente te buscará para seguirte.
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