Lavado De Autos

Hace unos cuantos días, meti mi auto a lavar. Y recuerdo que me lo entregaron y lo deje estacionado afuera de la congregacion un instante. Mis hijitas se quedaron un momento en el carro. Al regresar me llevé la grata sorpresa de que una paloma practico el tiro al blanco sobre mi auto recien lavado. ¡Me dio un coraje!

Así que la trompa bien parada fue más grande mi sorpresa al abrir y ver que por dentro estaba mucho peor el asunto. Mis papeles tirados, algunos rotos, sabritas tiradas, etc.

Ya que se me bajó el coraje. Me puse a pensar en cuantas veces nuestras vidas son así. Nos preocupamos más por mantener limpio lo que se ve, pero por dentro está más sucio que por fuera. Es decir, siempre nos cuidamos de decir lo correcto, de hacer lo correcto, pero nuestro corazón está lleno de perversidades.

Somos muchos que pensamos que podemos cambiar lo malo en nuestras vidas. Por eso tantos grupos de auto ayuda, por ejemplo AA. En donde intentas dejar un vicio, pero terminas tomando otro. Chicos y chicas tratando de ser mejores pero sin lograrlo, y es que el verdadero problema no esta en el exterior, sino en el interior.

Y esto también le pasa a los que ya conocen a Cristo. Quizás como dijo una vez Jesús: No has tenido sexo fuera del matrimonio, pero en tu mente ya tuviste relaciones con más de mil mujeres, de tantas pelis o imagenes pornográficas que has visto a escondidas.

Quizás tú no has tenido novios en la iglesia porque estás esperando la voluntad de Dios. Pero fantaseas, o juegas a besos o "caricias". Etc.

Y que tal si en tu corazón guardas rencor, envidia, odio, contra alguien. No has aprendido a perdonar a los demás. Decepción, sentimientos de soledad y suicidio. Soberbia, arrogancia, Etc.

No importa cuánto lo intentes. Si no tratas con el corazón, tarde o temprano lo interno fluye hacia lo exterior. "De la abundancia del corazón habla el corazón". Lo mejor que podemos hacer es no sólo lavar el exterior de nuestro auto, sino llevarlo al experto para que lo limpie por dentro.

Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado. (Salmo 51:1-2)

Comentarios

Los más leídos