Años de ¿Evolución?
Un ‘amigo de facebook’ ateo, terminó una larga y un poco
tensa discusión acerca del origen del universo diciéndome: ‘No puede ser que
creas ciega y tontamente en lo que las religiones enseñan, cuando la ciencia ha
demostrado lo contrario’. Debo aclarar que ya habíamos discutido acerca de que
no hay pruebas, sino teorías. Y que las teorías no son más que ‘suposiciones’
(o supositorios como diría el Chavo del 8) que una persona o grupo de personas
tienen acerca de un hecho.
La conversación terminó con una imagen que me envió. Haré
caso de su consejo. Usaré mi cerebro. Y he llegado a la siguiente conclusión.
Querido amigo evolucionista: Si tu mente es producto de un
proceso de evolución, si no existe nada aparte de la materia, entonces tus
pensamientos son simplemente un movimiento de átomos, una reacción química. Es
decir, tu cerebro segrega pensamientos así como tu hígado segrega bilis. Luego
entonces, ¿por qué pretendes que tus pensamientos son correctos? ¿Por qué debes
pensar que significan algo? O como el mismo Darwin lo dijo en una carta que
escribió a W. Graham: ¿Confiaría alguien en las convicciones de la mente de un
mono, si existen convicciones en tal mente?
O como lo diría C.S. Lewis: no puedes condenar a otros por
sus pensamientos porque a ti te parezcan irracionales, y además seguir creyendo
que tus propios pensamientos si son correctos, cuando también fueron originados
por el mismo movimiento de átomos pero en tu cerebro.
Razón de más para desechar la teoría de la evolución y para
seguir confiando en que soy producto de un diseño y formación cuidadosa. Seguiré
confiando en que mi mente fue diseñada para reconocer y decidir seguir el
Camino, la Verdad y la Vida.
¡He dicho! Y si alguien se ofende, no es mi culpa. Tan sólo
estoy usando mi cerebro... sólo estoy pensoteando.
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