Los Deseos De Tu Corazón


¿Cuál es el secreto para obtener los deseos de tu corazón? ¡Deleitarse en Dios!

¿Eso significa que, si el deseo de tu corazón es casarte con la chica de Juegos del Hambre o el chico que hace de Thor, primero debes amar a Dios con todas tus fuerzas, hacer oración todas las noches, y hasta 7 o 40 días de ayuno? Pues déjame decirte que muchos lo han intentado antes que tú, y ¿qué crees? ¡No!, no les resultó.

A veces resulta frustrante cuando la Biblia dice algo, pero en realidad pasa algo totalmente diferente. Y este es uno de los versículos que más conflicto provoca, porque muchos son los que ‘aman al Señor’, ‘se deleitan en El’, pero jamás reciben los deseos de sus corazones. ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla, porque muchas veces confundimos los deseos de nuestra carne, o los deseos de nuestros ojos, con los deseos del corazón.

Muchas veces pensamos que una u otra cosa es lo que necesitamos para ser dichosos o felices, pero la realidad es que no será así. Muchas de esas cosas suelen ser caprichos, o gustos pasajeros, o deslumbramientos momentáneos, etc. Pero Dios, quién te conoce a la perfección, ya que Él fue quien te creó, sabe lo que a tu corazón traerá verdadero gozo y eso es lo que prepara para darte cada vez que aprendes a deleitarte en Él.

Lo que si te puedo decir es que primero debemos aprender a deleitarnos en Él, porque al hacerlo, aprendemos a disfrutar de todo cuanto tenemos y disponemos. Y es así como nos vamos preparando para poder administrar las bendiciones que aún están por venir; es decir, los deseos de tu corazón. Por ejemplo: anhelas que llegue ‘el amor de tu vida’, si aprendes a amar primero al DIOS perfecto, te estarás preparando para poder amar incondicionalmente, porque es la forma en la que Dios te amará, a tu pareja imperfecta. Si te deleitas en Dios en los tiempos de necesidad, estarás aprendiendo a seguir amando a Dios y depender de Él y sobre todo a administrar los recursos, cuando llegue el tiempo de prosperidad. Y te puedo dar muchos ejemplos más, pero creo que ya captaste la visión.

Deléitate en el Señor, y deja que Él vaya trayendo a tu vida aquello que traerá verdadero gozo a tu corazón, los deseos de tu corazón.

Comentarios

Los más leídos