Tarjeta Regalo

Tarjeta Regalo
¿Si te obsequiaran una tarjeta regalo para comprar lo que más te guste de una tienda departamental la dejarías olvidada? ¿La usarías de inmediato?
Descubre la maravillosa Tarjeta Regalo que te ha dejado el Señor

"Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito." (Josué 1:8)

Algo que se está volviendo común en las tiendas departamentales es algo que se llama: Tarjeta Regalo. Y es que si tú decides regalarle algo a alguien, pero no sabes qué, pues ahora puedes comprar esa tarjeta regalo, depositarle la cantidad que tú pensabas gastar y entregársela a tu amigo, familiar, etc, y que ella se compre lo que más le guste.

Bueno, el asunto con esa tarjeta es que si no la usas antes de que expire, habrás perdido la oportunidad de haber adquirido lo que tú quisieras de la tienda con dicho valor. Y algo así sucede con muchas de las promesas que tenemos como hijos de Dios en la Biblia, no que tengan fecha de caducidad, pero nosotros sí, y muchos viven teniendo esa hermosa tarjeta regalo (La Biblia) llena de todas las promesas de Dios para su vida, pero sin hacer uso de ella.

Para poder hacer efectiva la tarjeta, hay que ir a la tienda, buscar el artículo que más te interese, tomarlo y dirigirse a la caja, presentar la tarjeta y listo: el artículo es tuyo. Con las promesas de Dios es lo mismo, tenemos que vivir la palabra para poder ver esa promesa hecha realidad. En Josué 1:8 se nos dice que debemos:

1. Mantener en nuestra boca Su Palabra: tus palabras son un reflejo de que lo hay y crees en tu corazón. Por ello tus palabras deben ser un reflejo del amor y las promesas de Dios .

2. Meditarla de día y de noche: no sólo se trata de declarar una vez, sino de estudiar y analizar no sólo las Promesas de Dios, sino también sus mandamientos, Su voluntad para tu vida.

3. Hacer lo que está escrito: finalmente no sólo basta con HABLAR o declarar la Palabra de Dios, ni tampoco en meditarla, hay que vivirla. Ser hacedor no sólo oídor, declarador y/o meditador de la Palabra.

¿Qué obtienes al usar este don maravilloso de Su Palabra? ¡Exito! Así que es un gran momento para comenzar a usar tu tarjeta regalo: la Biblia.

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