Seguridad Eterna

Seguridad Eterna

¿Puedo estar seguro de que seré salvo? ¿Y si no es así?
Descubre por qué puedes estar seguro de que si permaneces en Cristo, puedes vivir confiado en tu salvación eterna.

Muchas veces me pregunto ¿Y si no soy salvo? ¿Será que estoy en lo correcto? ¿Cómo puedo saberlo? Si te has hecho estas preguntas, aquí te va lo que a mí me ha ayudado. Siempre pienso en:

1. El Amor de Dios. Una de las cosas por las que puedes estar seguro que DIOS te quiere con Él por la eternidad, es porque fue capaz de renunciar a su Hijo entregándolo en una cruz para que tú pudieras ser salvo. Envió a su Hijo a morir por ti, en verdad que quiere que estes con Él. (1 Juan 4:9-10)

2. La vida y muerte de Cristo. Jesús no es una fábula, ni una leyenda o mito. Y él vivió sin pecado, y dio su vida en lugar tuyo para pagar por nuestros pecados y no recibieramos el castigo (la muerte) por dichos pecados. Así que puedes también saber que Jesús quiere que estés con él en la eternidad (Juan 19:30).

3. La Promesa de Jesús. En una ocasión Jesús dijo con respecto a aquellos a quienes el Padre le había puesto bajo su cuidado, que Él nunca permitiría que se perdiera ni uno solo (Juan 10:28). Y dijo que se adelantaría para prepararnos una habitación en la casa de Su Padre para cuando nos toque ir y podamos pasar la eternidad con él (Juan 14:2-3).

4. El Espíritu Santo. Algo que me da la certeza de que Dios me ha preparado para vivir toda la eternidad con Él, es que ha depositado en mi a Su Espíritu Santo. Y en cada persona que ha puesto su fe en Cristo, y permanece en él, Dios deposita el Espíritu Santo dentro de él, como una clara muestra de esa salvación, es el sello de que esa persona le pertenece. (2 Corintios 1:21-22)

Y te podría decir muchas promesas más, pero creo que con estas tienes. Si has recibido a Cristo como Señor y Salvador, y permaneces a pesar de los momentos difíciles, de las pruebas, de las tentaciones, de las caídas y tropiezos, estás preparado para pasar la eternidad con nuestro Señor. Cuando vengan dudas, medita en la Palabra de Dios, pide al Espíritu Santo que te guíe y te hable a través de la Biblia acerca de tu salvación, te sorprenderá lo que descubrirás.

Sobre todo, no dejes de tener esa relación de intimidad con el Señor: no dejes de orar, no dejes de leer tu Biblia, no dejes de congregarte con otros creyentes. Porque el día que lo hagas, terminarás en un lugar o posición en la que jamás pensaste estar.

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