Fíjate En Lo Bueno

Fíjate En Lo Bueno
¿Ves lo negro en una hoja blanca? o ¿Miras una hoja blanca con un pequeño punto?
Descubre por qué es tan importante fijarnos en lo bueno de nuestros hijos

Así que procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación mutua. (Romanos 14:19)

Sólo por si no lo recuerdas, es difícil explicarte cuánto daño causamos en nuestros hijos al decirle: Todo lo hechas a perder. ¿Qué no puedes hacer algo bien? ¿Por qué no puedes ser como él? ¡Ni pareces mi hijo! Eres igualito a los demás.

Yo quisiera animarte esta mañana a que comiences a trasmitir tu confianza a tu hijo. Que les ayudes a edificarse a través de tus palabras. Mira el potencial (la capacidad que aún está sin explotar), no los problemas. Fíjate en lo bueno que tienen tus hijos para que les ayudes a sacar lo mejor en ellos y en ti.

¿Nunca te has imaginado como se sintió Pedro el día que "Jesús mirándolo, dijo: Tú eres Simón, hijo de Juan; tú serás llamado Cefas," que quiere decir Pedro (Piedra)." (Juan 1:42) Pedro era un pescador, y el Señor lo había llamado a ser su discípulo. Después de la gran confesión que Pedro hizo, declarando que Jesús era el Mesías, Jesús le dijo: "Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi iglesia; y las Puertas del Hades (los poderes de la muerte) no prevalecerán contra ella." (Mateo 16:18). Que absoluta confianza estaba expresando Jesús a un pescador que no había ido a la escuela, que tenía sus defectos de carácter y que incluso lo negaría tres vez más adelante.
Lo que me hace preguntar: ¿Por qué Jesús le demostró tal confianza? ¿Tú como padre, volverías a confiar en Pedro después de haberte traicionado? ¡Jesús lo hizo! Y lo hace contigo también una y otra vez. Porque ha depositado SU confianza en que bendiciéndote a ti, puedas bendecir a tus hijos. Ha puesto Su confianza en que trasmitirás su mensaje de salvación a tus hijos primeramente, que los guiarás a ser hijos de DIOS. ¿Eres digno de confianza? Siendo sincero, ninguno de nosotros. Pero Él aún así ha depositado SU confianza en que haremos bien esta tarea, y eso nos alienta, ¿verdad? Pues confía en tu hijo de la misma forma en que el Señor está confiando en ti.