Combatiendo Al Desánimo
Combatiendo Al Desánimo
Conozcamos La Naturaleza Del Desánimo
Descubre cómo podemos sacudirnos el desánimo
Bendeciré al Señor que me aconseja; aun de noche me instruye. Me dice qué debo hacer. Yo sé que el Señor continuamente está conmigo, jamás tendr´q por qué tropezar y caer, pues él está a mi lado. Por eso tengo el corazón lleno de gozo; mi boca está llena de alabanzas. Todo mi ser descansa con tranquilidad, porque no me dejarás entre los muertos; no permitirás que tu amado se pudra en el sepulcro. Me has dejado saborear los gozos de la vida y los exquisitos placeres de tu presencia eterna. (Salmos 16:7-11)
El Desánimo es una fuerza destructiva y poderosa. Antes de poder entender cómo sacar de nuestras vidas este peligro, debemos reconocer su naturaleza.
Debemos entender que el desánimo:
Conozcamos La Naturaleza Del Desánimo
Descubre cómo podemos sacudirnos el desánimo
Bendeciré al Señor que me aconseja; aun de noche me instruye. Me dice qué debo hacer. Yo sé que el Señor continuamente está conmigo, jamás tendr´q por qué tropezar y caer, pues él está a mi lado. Por eso tengo el corazón lleno de gozo; mi boca está llena de alabanzas. Todo mi ser descansa con tranquilidad, porque no me dejarás entre los muertos; no permitirás que tu amado se pudra en el sepulcro. Me has dejado saborear los gozos de la vida y los exquisitos placeres de tu presencia eterna. (Salmos 16:7-11)
El Desánimo es una fuerza destructiva y poderosa. Antes de poder entender cómo sacar de nuestras vidas este peligro, debemos reconocer su naturaleza.
Debemos entender que el desánimo:
- Es algo que escogemos. Nadie más puede desanimarnos; es una elección que solamente nosotros tomamos cuando enfrentamos situaciones que buscan desanimarnos.
- Es universal. Todos enfrentamos periodos de desánimos y frustraciones de vez en vez. No puede ser evitado, porque vivimos en un mundo muy dañado y rodeado de gente que también ha sido seriamente dañada.
- Puede repetirse. Algunas veces pensaremos que ya hemos superado una situación, todo para que después aparezca nuevamente cuando menos lo esperamos. O quizás una antigua emoción o una herida que es abierta por lo que una persona dijo o hizo.
- Puede ser temporal, o puede destruir tu vida. La elección es nuestra. Si rehusamos lidiar con el desánimo tratando de echarlo fuera, estamos abriendo puertas para que éste domine nuestras vidas.
- Puede ser conquistado. Con la ayuda del Señor, podemos elegir no desanimarnos. Si no creemos que el desánimo puede ser conquistado, entonces puede convertirse en nuestro conquistador. Y puedo decir que definitivamente que eso es algo que Dios no tiene planeado para sus hijos, ya que Él desea darnos una vida plena y abundante.
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