El Ultimo Mas No El Peor

¿Son éstos todos tus hijos? —Queda el más pequeño —respondió Isaí—, pero está cuidando el rebaño. —Manda a buscarlo —insistió Samuel—, que no podemos continuar hasta que él llegue. (1 Samuel 16:11)

Alguna vez te pasó que al estar escogiendo a los integrantes de los equipos (deportes, tarea, etc) viste pasar uno a uno a tu lado, conforme los iban escogiendo, y de pronto quedaron sólo dos, tú y el otro que según tú, era peor que tú. Y de pronto escogieron al otro, y a ti te dieron como premio de consuelo con cualquier equipo. “Pues ya que se vaya contigo”.

Si existiese un premio para ti, sería el de “El Jugador Menos Importante”, en vez del “Jugador Más Importante”. ¿Cómo te sentiste? ¿Insignificante? ¿Poca cosa? ¿Cómo cucaracha aplastada?

Todos los apodos más feos caen sobre ti, los regaños en la casa caen sobre ti, eres el más pequeño y por tanto nadie te presta atención, todas tus amigas(os) tienen novio(a) o han tenido menos tú, si salen a pasear todos(as) llevan pareja menos tú, etc., etc.

Si esto es cierto en tu vida, entonces tú te has de haber sentido como David.

David era el menor de 8 hermanos. ¿Te imaginas? Si tú has tenido la amarga experiencia de vivir con un hermano mayor que te fastidia la vida, ¿cómo crees que será vivir con 7 más?

Las principales tareas de la casa, las menos laboriosas, y la atención del papá recaían sobre sus otros hermanos. A él lo enviaban al campo a cuidar a las ovejas. Osease, ni en su casa lo querían. Es fácil de entender porque David a veces decía lo que está escrito en el Salmo 27:10 “Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos”.

Y tenía mucha razón. La persona que era considerada como la última, para Dios era la principal. Aun cuando su papá vio a David como un simple pastor de ovejas. Dios había visto en él al futuro líder de la nación Israel.

Sé honesto, qué es más importante para ti: 1) Cómo me veo a mí mismo; 2) Cómo me ven los demás; o 3) Cómo Dios me ve.

El cómo te miran los demás, en cuanto a lo que puedas lograr, a tus posibilidades de éxito, la opinión de personas malintencionadas, enemigos, a veces los mismos amigos y hasta familiares, maestros, etc, son de poca importancia comparada con la opinión que Dios tiene de ti. El cielo estará lleno de personas a quienes los demás considerando los pequeños e insignificantes, pero que Dios sabía lo muy importantes que eran.

Lo que ahora está escondido dentro de ti, saldrá a la luz, si no en la tierra, lo será en el cielo. Muchos de los que fueron considerados insignificantes en la vida, en el cielo se encontrarán en primer lugar (Mateo 19:30).

No te desanimes si los que están alrededor de ti no te tienen en alta estima. Dios tiene Grandes planes para tu vida. Quizás seas el menor en la opinión de los demás, pero para Dios eres el principal. Dios te tiene en la mira.

Aquellos a quienes los hombres suelen poner al último, Dios los pone en primer lugar. Oremos

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