¡Afírmalos!

Algo que sin duda es verdad, es que Dios quiere trabajar a través de nosotros para que seamos una verdadera diferencia en el mundo. Y es que El está trabajando dentro de nosotros para que nos parezcamos más a Cristo. Esto significa: que amamos a Dios y amemos a los demás para que ellos puedan amar a Dios.

Si estás trabajando con jóvenes o adolescentes, podrás descubrir que una de las cosas más maravillosas que quiere hacer el Espíritu Santo a través de ti es afirmar la vida de esos chicos. Así que te van algunos tips para ayudarles a ser más como Jesús:

1. Prepárate Para Un Viaje Largo
Ayudar a los chicos a descubrir su identidad en Cristo no es algo que se dé, de la noche a la mañana, o después de una hora de consejería. Un cambio que vale la pena requiere de un proceso, y de entrada toma tiempo construir una relación saludable, que es el inicio de este proceso. Así que quizás has pensado en renunciar porque no has visto cambios en ellos, ¡demasiado pronto para renunciar! Los cambios los verás más adelante.

2. Presta Atención A Sus Vidas
El mayor reto de los líderes de jóvenes es prestar atención y tratar de discernir lo que Dios está haciendo y cómo Dios se está moviendo. Así que ¡Observa! ¡Pregunta! ¡Escucha! Para ver cómo crecen, necesitas prestar atención a quienes son ellos. Piensa en ellos y pregunta al Señor que necesitan en sus vidas y que puedes hacer para ayudarles. No te dejes llevar por tus prejuicios, oran y permite que el Señor ponga en claro tus ideas.

3. Ten En Cuenta El Potencial En Ellos
Dios diseñó nuestras vidas para ir más allá de lo que podemos entender o esperar. Así que podemos ayudar a los chicos a ver nuevos horizontes. Anímales a ponerse metas personales, a que se decidan, a que se propongan retos. Hay una pregunta que les puede ayudar: ¿Y si me atrevo a hacer (esto) para Dios?

4. Celébrale Sus Grandes Decisiones
Cada vez que un chico manifieste algo del carácter de Cristo en su vida, festéjalo. Cualquier logro espiritual es digno de anunciar y afirmar. Enfócate en el fruto del Espíritu, y demuéstrale a través de ellos como su vida se está alineando más al diseño del Señor.

5. Haz A Un Lado Sus Errores
Aprende a dejar pasar los problemas y haz de la GRACIA tu primer respuesta. La comprensión y la plática suelen ser más efectivos que los castigos. Cuando alguien cometa una falta grave, no lo tomes como algo personal, tu decepción aumenta la verguenza y la culpa sobre de ellos y no trae nada bueno. No quiero decir con esto que ignores lo que pasó, más bien te animo a que no te olvides que esa oscuridad precede la salida del sol. En una ocasión un aprendiz de gerente, cometió una falta que le costó un millón de dólares a su empresa, el Gerente lo mandó a llamar y este joven llevaba su renuncia escrita. El gerente la tomó y la rompió y le dijo: nos ha costado un millón de dólares el que aprendieras a no cometer este error nuevamente en el futuro. Con el tiempo este joven llegó a ser uno de los mejores gerentes de esta empresa.

6. Anímales A Servir
Hay algunas cosas que sólo Dios puede enseñarles, y esas las aprenderán solamente cuando le sirvan a otros. Y es que nunca seremos como Jesús si no servimos a los demás. Cuando pongas a servir a tus chicos, hazles preguntas que les ayude a explorar esta experiencia y les ayude a descubrir lo que Dios quiere.

Aprendamos a afirmar a nuestros chicos, esto los ayudará a discernir lo que Dios está haciendo para formar en ellos el carácter de Su Hijo Jesús.

** Idea Origina: Doug Fields (YouthMinistry.com)

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