¿Por Qué Siento Que Dios No Me Escucha Ni Me Habla?

Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo...Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. (Lucas 11:3,6)

¿Te has sentido como Marta y María? Ellas mandaron a llamar a Jesús porque su hermano Lázaro, el amigo amado de Jesús, estaba muy enfermo. Esperaban que Jesús fuese inmediatamente en su ayuda, pero en vez de eso, Jesús se quedó dos días más sin ir. ¿Has orado, pero parece que no hay respuesta? ¿Has pensado que Dios ya no se preocupa por ti? ¿No logras entender por qué Dios guarda silencio?

1. ¿Quizás no estás escuchando bien? A veces estamos tan desesperados pidiendo y clamando, que no nos damos cuenta que Dios ya nos está respondiendo. Otras veces ya nos respondió, pero no de la forma en que esperábamos. Otras más no contesta lo que nosotros esperamos escuchar.

2. ¿Quizás hay pecado inconfeso? A veces Dios calla porque espera que primero confesemos todo pecado, ya que el pecado oculto es destructivo.

3. ¿Quizás necesitamos prepararnos? Dios es soberano, y él sabe mejor que nadie si estamos listos para tener lo que estamos pidiendo. A veces Dios tratará primero con nosotros para que estemos preparados para obtener lo que estamos pidiendo.

4. ¿Quizás está enseñandote a confiar en Él? A veces estamos más que dispuestos a honrar y glorificar a Dios, pero no tanto así a confiar plenamente en Él. Cuando calla no significa que no está escuchando, está enseñándonos a confiar en Él a pesar de nuestro sentir y las circunstancias. (Hebreos 13:5)

5. ¿Quizás no hemos aprendido a distinguir Su voz? A veces no hemos aprendido a distinguir Su guía y dirección de los consejos de nuestra propia mente o de "amigos". Para aprender a distinguir con claridad Su voz y dirección te recomiendo que leas más tu Biblia.

6. ¿Quizás quiere que perseveres en oración? Y es que no podemos dejar de orar sólo porque no escuchemos Su voz. Porque Él quiere escuchar no sólo nuestra oración (lo que sale de nuestros labios), sino nuestro corazón (el momento en que callamos) porque no tenemos más que decir sino sólo la verdad y nos rendimos totalmente aceptando nuestra incapacidad.

Quizás te sientas decepcionado, enojado, furioso, desesperado, confundido, temeroso, culpable, etc. No importa cuál sea tu sentir, no puedes dejar de orar, recuerda lo siguiente: Dios está usando el silencio para llamar tu atención y enseñarnos algo. No es que no te esté escuchando o no esté haciendo algo. Continúa y comenzarás a sentir Su Presencia.

Comentarios

Los más leídos