Jesús ¿en depre?

Depresión, los síntomas: genio abatido (triste, desalentado, fútil); autocastigo (el olvidado, el maldecido, el odiado y abandonado por Dios); autodegradación (no le importa exhibirse, lastimarse, no se valora); desea morirse; así como agitación, pérdida de peso y del apetito, insomnio; imagina haber cometido actos terribles o pecados imperdonables. Todas son características típicas de la depresión.

Los expertos se atreven a asegurar que todos, en algún momento u otro de la vida, atravesamos por un período depresivo. No hay nadie que escape a la regla general de que todos, en alguna oportunidad, han experimentado en mayor o menos grado un ataque depresivo. Si esto es así, ¿Jesús atravesó en algún momento un ataque depresivo?

La respuesta, indudablemente es: ¡SI! What?! Claro, en la Biblia se nos asegura por un lado que él fue 100% hombre (Filipenses 2:6-8), si lo fue, tuvo que atravesar por uno de estos periodos depresivos, tal como los especialistas aseguran. Y además, en la Biblia también se nos asegura que Él fue tentado en todo (Hebreos 4:15), y esa es la razón por la cuál comprende nuestras pruebas y luchas y sobre todo Él venció. Así que, sí atravesó por depresión y obviamente la superó. ¿Por qué no aprendemos cómo superó la depre?

Jesús invitó a Pedro, a Santiago y a Juan para que lo acompañaran. Luego empezó a sentir una tristeza muy profunda y les dijo: «Estoy muy triste. Siento que me voy a morir. Quédense aquí conmigo y no se duerman.» Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló hasta tocar el suelo con la frente, y oró a Dios: «Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero no será lo que yo quiera, sino lo que quieras tú.» (Mt 26:37-39)

1. Jesús buscó no quedar solo. En varias ocasiones, Jesús iba a orar solo, pero en esta ocasión, ante este ataque depresivo, Jesús no buscó la soledad, buscó la compañía de sus tres amigos más cercanos. No cometas el error de alejarte de las personas (o alejarlas) cuando te sientas angustiado, abatido, etc.

2.  Él les abrió su corazón. Les dijo cómo se sentía, no le importó que lo vieran "tan mal". No te guardes las cosas. Expresa tus sentimientos, no permitas que exploten dentro de ti, sino que fluyan al exterior.

3. Pidió ayuda a sus acompañantes. Jesús no pretendió luchar sólo contra esa situación, por eso pidió a sus amigos que estuvieran allí con ellos despiertos, viéndole. No luches sólo, hay personas que están dispuestas a acompañarte en este momento. Dispuestas a desvelarse contigo en la necesidad. 

4. Derramó su corazón al Padre en oración. Jesús, como de costumbre acudió al Padre y oró. En los momentos de depresión, es común pensar que nadie te escucha, pero DIOS siempre está dispuesto a escucharte, a consolarte y a devolverte el ánimo y la fortaleza.

5. Confió en la sabiduría de Dios. Jesús descansó al permitir que fuese todo según la voluntad del Padre. Para salir de la depre, necesitas dejar todo en manos de Dios, ya no puedes hacer nada por lo que ha pasado, pero DIOS sí puede ayudarte para que lo que está por delante sea magnífico, a pesar de lo terrible que pueda ser el pasado o lo terrible que luzca lo que está por venir. Si confías en su Sabiduría y Poder descubrirás que por terrible que sea lo que enfrentarás, saldrás victorioso.

6. Puso su mirada en el glorioso futuro que le aguardaba al pasar la "copa amarga" de la cruz. "Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios." (Hebreos 12:2)

Cada vez que algo viene a tu vida, amenazando tu futuro, debes tener en cuenta que la primer batalla no se libra directamente con el pecado, sino con las ideas que vienen a tu mente. Y es cuando cedes a esas ideas o pensamientos, es cuando no luchas espiritualmente, que puede llegar a tu vida incredulidad, temores y hasta olvidar todo lo que Dios ha prometido a tu favor.

El Dr. Tim LaHaye dice lo siguiente: a menos que una persona esté dspuesta a enfrentar el hecho de que es su actitud mental ante las circunstancias -no las circunstancias- la causa desencadenante de su desdicha y depresión, esa persona es incurable.

Jesús nos demuestra que es luchando contra esos sentimientos que en algún momento nos ataca a todos, que se puede vencer a la DEPRESION. Sigue su ejemplo. Encuentra a tus amigos espirituales de confianza. Abre tu alma a ellos. Pídales que estén en pie de lucha contigo y oren. Derrama tu alma al Padre. Descansa en la soberana sabiduría de Dios. Y fija tus ojos en la alegría que vendrá y en las preciosas y magníficas promesas de Dios.

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