Burlándonos De Mammon



Mammon es una palabra aramea, significa «riqueza», pero tiene una etimología confusa; los eruditos han sugerido conexiones con el verbo «confiar» o un significado de la palabra «confiado», o con la palabra hebrea ‘matmon’, que significa «tesoro». También se utiliza en hebreo con el significado de «dinero»

¿Por qué resulta tan fácil amar al dinero? Porque definitivamente dinero es poder y potencialidad. Porque mientras lo tengas hay un sinfín de posibilidades para ti. Y ahora agrégale que todos soñamos con lograr seguridad: empleo, jubilación, etc.; pues resulta fácil ver al dinero como la fuente de nuestra seguridad, en vez de depender de y confiar en Dios. 

Es cierto, Dios promete bendiciones materiales (lee Deuteronomio o Proverbios); pero no podemos olvidarnos del lado oscuro del dinero: Es un ídolo, el amor al dinero es la raíz de todos los males. O que tal lo que dijo Jesús, si el ojo es malo (envidia, codicia) toda nuestra vida estará en tinieblas (…pero cuando tu ojo es malo, todo tu cuerpo está lleno de oscuridad. Y si la luz que crees tener en realidad es oscuridad, ¡qué densa es esa oscuridad! »Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero.Mt 6:23-24).

Hoy, con tristeza, vemos en la iglesia a este ídolo penetrando fuertemente nuestras filas, pese a nuestros mapeos espirituales e identificación de espíritus territoriales y eventos masivos para hacer pactos, decretos y ‘maldiciones’ contra los espíritus que atacan a la Iglesia. ¿No me crees? Pues de alguna u otra forma lo que se promueve es: ¿Cómo puedo ser rico? Pues, busca primero el reino de Dios. O tomamos cuanto texto hable de prosperidad como recetas para alcanzarla, y no nos damos cuenta que al hacer esto, estamos haciendo justo lo que Jesús tanto condenó: tener como meta, no el reino de Dios, sino la riqueza (el Mammon).

Pero si ya has leído hasta este punto, asumo que tú quieres hacer la voluntad de Dios, incluyendo en tu economía, en otras palabras, burlarte de Mammon. Bueno te van algunos consejos: recuerda que Dios es el propietario de todo (no sólo del 10%, aunque es un buen punto de arranque si has tenido problemas con el amor al dinero), por tanto todo es de él, proviene de él y se ha de usar para su gloria. Y sobre todo, dar sin esperar nada a cambio, ya que el ídolo de la avaricia, de la codicia, nos motiva a dar, pactar, ofrendar a fin de conseguir algo, ya sea fama o el reconocimiento de los demás (como pensaron Ananías y Safira) o bienes materiales (y multiplicado al mil por uno de ser posible).

No olvides, busca el reino de Dios por encima de todo lo demás, lleva una vida justa, haz tesoros en el cielo que es donde en realidad importa (no olvides que allí vivirás la eternidad), y permite que él cubra tus necesidades, y si decide prosperarte, ¡gloria a Dios!

Comentarios

ROCIO BORRALLES MAZARIEGOS ha dicho que…
Asii es a Dios lo de Dios y al cesar lo del cesar.....

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