Corriendo Para Ganar

¿No te has dado cuenta que en los juegos olímpicos todos ponen el máximo para ganar, pero sólo uno se lleva el premio?Tú y yo, aunque no estemos en las Olimpiadas, estamos en una competencia por un premio celestial. ¿Cómo podemos asegurarnos de obtenerlo? Aquí te van algunos tips.

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Tuve la maravillosa oportunidad de participar en varias ocasiones en competencias deportivas a nivel nacional. Con la ilusión de no sólo competir, sino obtener la medalla de oro. Con las ganas de dar todo en el campo a fin de obtener la victoria. Pero ahora, me toca disfrutar de la maravillosa oportunidad de competir no por una medalla de oro, sino por un premio eterno.

Con esto de los juegos olímpicos, recordé lo que algún día Pablo a los habitantes de Corinto, una ciudad de Grecia cerca de Olympia, ¡sí! Allí donde nacieron las Olimpiadas. En esa carta él dijo lo siguiente: “¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero sólo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. Por eso yo corro cada paso con propósito. No sólo doy golpes al aire. Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado.” (1 Corintios 9:24-27)

Tengo la leve sospecha que Pablo y algunos de los creyentes de aquella ciudad fueron a las Olimpiadas de ese año y estaba usando lo que vieron para enseñarnos algo. Que al igual que esos atletas que van tras una medalla de oro, nosotros estamos en una competencia tras un premio eterno, una carrera por la causa de Cristo.

Y al parecer no era fácil para ellos, así como tampoco lo es para nosotros. Pero Pablo fue un hombre que peleó la buena batalla, terminó la carrera y guardó la fe (2 Timoteo 4:7); así que sería muy bueno escuchar los consejos de un ganador.

1) Cada Paso Con Propósito. A esto le llamaremos enfoque. Todo atleta está determinado a obtener la medalla de oro, por tanto procura estar enfocado en esa meta, y no se permite cosas que puedan hacerle perder tiempo o concentración, o fuerza física o emocional. Cada paso que da lo hace para cumplir el propósito de obtener el premio. Y así deberíamos hacer nosotros, y seguir otro sabio consejo de Pablo, “aunque todo nos es lícito, no todo nos conviene”; así que deberíamos dejar algunas cosas por conveniencia, para procurar que cada paso que demos sea para obtener la victoria.

2) No Dar Golpes Al Aire. En box, recibir golpes en la región blanda (el costado debajo de las costillas, donde se encuentra el hígado) hace que pierdas fuerzas y no rindas toda la pelea, pero hay otra forma de perder fuerza y esa es soltar golpes que no conecten con el contrincante, sino que se pierdan en el aire. Esos golpes no sólo pueden cansarte, sino hasta lastimarte o provocar que quedes mal parado y el contrincante conecte un buen golpe. Tú y yo como atletas de Dios, debemos pensar y planear bien las cosas antes de hacerlas, sentarnos a ver las posibilidades, y no actuar locamente y mucho menos sin haber orado al Señor; porque pueden resultar “golpes al aire” que nos desanimen al no obtener los resultados esperados. La táctica es Orar al Señor, para que te ayude a Identificar el PUNTO a golpear y esperar el momento adecuado para Soltar el Golpe con la bendición de Dios.

3) Disciplino Mi Cuerpo. Siento que este punto es el que más nos falla. Un deportista debe mantener una dieta rigurosa (no comer chatarra) y un entrenamiento constante (horas y horas de ejercicio). Los atletas de Dios debemos alimentarnos con Su Palabra, y también deberíamos ejercitar el Espíritu a través del Ayuno, de pasar tiempo en oración. Ejercitar la fe poniendo en práctica la obediencia cumpliendo con su Voluntad. Evitando todo aquello que comprometa nuestra rutina de ejercicio espiritual. El punto es lograr que el cuerpo haga lo que tiene que hacer

Bueno, pues ya estás en la competencia, a enfocarte en Cristo y a correr la carrera que tienes por delante a fin de obtener esa corona que tiene preparada para ti. ¡Nos vemos en el pódium de ganadores!

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