Buu ¡Sentiste Mello!

Buu ¡Sentiste Mello!
¿Se pueden superar nuestros temores?
Descubre cómo podemos hacerlo

Luego él les preguntó: «¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?». (Marcos 4:40)

Enfrentémoslo, todos le tememos a algo. Unos a más cosas que otros, pero sin duda en algún momento de la vida nos hemos enfrentado a algo que nos ha causado temor, sino es que hasta nos provocó "la garrotera" como al chavo del 8. Y no se porque se me vino a la mente "Chiquidrácula" que siempre intentaba asustar a las personas y él terminaba corriendo muerto de miedo.

Para mí era un martirio volar, ya que le temía a las grandes alturas. Si hubieras tenido que viajar a mi lado en el avión en los primeros viajes, hubieras notado como todo el viaje iba agarrado de los brazos del asiento, sin voltear hacia las ventanillas y olvídate en el momento de las turbulencias, sudaba frío y comenzaba a hacer respiraciones muy parecidas a las que tienen que hacer toda mujer en labor de parto.

Hay quienes le temen a los payasos, hay quienes le temen a los semestrales de matemáticas o física, hay quienes le temen a algún maestro, hay ciertas cosas que realmente nos hacen estremecer. Entonces ¿es algo malo el temor? Digo, al final de cuentas todos le tememos a algo, ¿qué no?

En cierta ocasión, Jesús y sus discípulos iban atravesando el Lago de Genesaret cuando una tormenta los azotó moviendo el bote de un lado hacia el otro y llenándolo de agua, así que los discípulos comenzaron a atemorizarse, por lo que se mantuvieron alertas, mientras Jesús estaba durmiendo. Pero pronto ese temor se volvió incontrolable y entonces comenzaron a pensar que sin duda morirían ahogados y fueron a despertar al Maestro diciéndole: ¿Qué no te importa que moriremos ahogados?, fue entonces cuando Jesús se levantó y detuvo la tormenta y les dijo lo que leímos: ¿Qué no confían en mí?

Todos tenemos temores, pero no podemos permitir que esos temores controlen nuestra forma de actuar y pensar. De hecho, un poco de temor es bueno porque nos mantiene alerta ante la situación, pero no podemos permitir que esos temores nos hagan olvidar quién está con nosotros en la barca de la vida: DIOS. No dejes de confiar en Él, no importa a qué le temas. Entrega tus temores a Dios.

Comentarios

Los más leídos