¿A Quién Necesitas Perdonar Hoy?

Día 22 Con Jesús
¿A Quién Necesitas Perdonar Hoy?
Descubre porque es tan importante valorar el perdón que Dios te dio, pero también perdonar a los demás.

Lectura: Mateo 18:15-33
Si un hermano te hace algo malo, llámalo y dile en privado cuál ha sido su falta. Si te escucha y la reconoce, habrás recuperado a un hermano. Pero si no, consíguete una o dos personas que vayan contigo a hablarle y te sirvan de testigos. Si se niega a escucharte, presenta el caso a la iglesia, y si ésta se pronuncia a tu favor y tu hermano no acepta la recomendación de la iglesia, entonces la iglesia debe expulsarlo. Les aseguro que cuanto aten en la tierra quedará atado en el cielo, y que lo que suelten en la tierra quedará suelto en el cielo. También quiero decirles que si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra acerca de algo que quieran pedir en oración, mi Padre que está en los cielos se lo concederá, porque dondequiera que estén dos o tres reunidos en mi nombre, allí estaré yo.

Pedro se le acercó y le preguntó: "Señor, ¿cuántas veces debo perdonar a un hermano que haga algo malo contra mí? ¿Debo perdonarlo siete veces?" Jesús respondió: ¡No!, ¡perdónalo hasta setenta veces siete si es necesario! El reino de los cielos puede compararse a un rey que decidió arreglar cuentas con sus súbditos. En el proceso, le trajeron a uno que le debía cien millones de pesos. Como no podía pagarle, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, y también a su esposa, a sus hijos y sus posesiones. Al oírlo, el hombre cayó de rodillas delante del rey y le suplicó: "Señor, por favor, ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo". El rey, conmovido, lo soltó y le perdonó la deuda. Pero cuando aquel mismo hombre salió de allí, fue adonde estaba alguien que le debía veinte mil pesos y, agarrándolo por el cuello, exigió pago inmediato. También este hombre cayó de rodillas delante de él y le suplicó: "Ten paciencia y te lo pagaré todo". Pero su acreedor no quiso conceder ninguna prórroga, y lo hizo arrestar y meter a la cárcel hasta que la deuda quedara completamente saldada. Los amigos del encarcelado, entristecidos, acudieron al rey y le contaron lo sucedido. el rey, sin pérdida de tiempo, mandó llamar al hombre al que había perdonado. "¡Malvado! ¡Perverso!, le dijo. "¡Así que yo te perdoné aquella inmensa deuda porque me lo pediste, y tú ¿no pudiste tener misericordia del otro como yo la tuve de ti?" Tan enojado estaba el rey que lo envió a las cámaras de tortura hasta que pagara el último centavo.
Así hará mi Padre celestial al que se niegue a perdonar a algún hermano.

Reflexión
Cuando decimos "¡sí!" a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, estamos diciendo "¡sí!" a vivir en armonía con los demás. Relaciones sanas son un tema constante en la Biblia y Dios se aseguró de darnos instruccioes prácticas para poder hacer que nuestras relaciones funcionen, aún en medio del conflicto. La mayoría de las personas odian los conflictos, ¿verdad? Es que pelearse con los demás causa odio, deseo de venganza, etc.

Jesús nos enseña que cuando estemos en conflicto necesitamos hablar "cara a cara" para que esto funcione. Si es con otro cristiano, la armonía debe ser la meta principal ya que esa es la meta de toda relación centrada en Dios. La mayoría de las veces, un conflicto requiere perdón y Jesús sabía mucho acerca del perdón... de hecho, él murió para que pudiésemos experimentar el perdón de nuestros pecados que nos apartaba de Dios.

Pedro escuchó de Jesús la enseñanza acerca de los conflictos y el perdón. Yo creo que Pedro estaba ansioso por impresionar a Jesús demostrándole que finalmente "le estaba cayendo el veinte" de lo que significa ser cristiano, de su gran entendimiento, así que le dijo un número que probablemente sonaba bastante bueno para él: siete (y es que los rabinos judíos enseñaban a perdonar hasta tres veces a la misma persona). Quizás pensó: "nosotros somos diferentes, y siete es el número perfecto de Dios". En verdad que Pedro era muy bueno. Yo lo hubiese pensado igual. Pero Jesús dijo que siete es insignificante cuando dijo 70x7. Y es que Jesús no quería que sus discípulos se limitaran a perdonar un cierto número de veces. De hecho tampoco nos estaba animando a perdonar 490 veces a alguien, sino que estaba pidiendo que viviésemos con un espíritu perdonador, sin restricción alguna.

Perdonar es crucial para el creyente. Si quieres ser perdonado, necesitas perdonar -ese es el punto de la parábola de Jesús. Si te pareces un poquito a mí, has de tener un montón de pecados (y otros muchos más que cometeremos) que necesitan ser perdonados. Así que el perdonar a los demás es crucial para que seamos perdonados. Conforme crezcas en tu relación personal con Cristo, debes ir desarrollando una actitud de humildad, y apreciación por el perdón que Dios te ha dado, y un corazón para perdonar a los demás. Por supuesto, no se da de la nocha a la mañana, pero el perdonar comenzará a aparecer entre más te parezcas a Jesús. ¿Hay a quién necesites perdonar hoy?

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