Un Ejército De Loosers


Piensa en un capitán que en su sano juicio, formara un equipo con lo peor que tiene a la mano. ¿Te puedes imaginar a Ricardo Lavolpe seleccionando a los peores jugadores de la liga para formar a la Selección Mexicana? ¿Puedes imaginar a un capitán del ejército que quiera ir a la guerra eligiendo un equipo con los peores soldados del ejército? ¡No! ¿verdad? Lo que dirás es: va a fracasar.
¿Qué dirías si es un trabajo por equipo te tocara trabajar con el alumno más piedra, con el más flojo, con el más distraido, con el más gandalla, con el más amargado, con el o la más fea, con lo más loosers del salón pues? ¿Y que tal si te nombran el jefe o la jefa del equipo, es decir, el o la más looser de todos? Quizás dirás: ¡No es justo! ¡No se vale! Claro está, siempre y cuando no te consideres dentro de los más loosers.

Un Looser Llamado David
Lo que acabamos de leer es una parte de la vida de un joven llamado David. Un chavo considerado por muchos en su ciudad y en ese momento de su vida como un Looser, pero de esos loosers con L mayúscula.

¿Por qué? Checa la historia de su vida...

David era el más pequeño de su casa, así que era constantemente golpeado, amenazado, burlado, rechazado y pisoteado por sus 7 hermanos mayores (¿te imaginas? y tú sufres por uno o dos hermanos mayores). Era el que heredaba la ropa de todos sus hermanos, sus zapatos, sus juguetes, etc. La casa está llena de fotografías y videos de sus hermanos mayores, y de él ni la clásica foto de caritas. Se aprovechaban de su nobleza. David era el bicho raro de su casa, hasta quizás fue el compositor del famoso: "Nadie me quiere, todos me odian, mejor me como un gusanito".

Pero no solo sus hermanos, también con sus padres. Así como tú comprenderás, se olvidaban de él, lo olvidaban en el super, en la escuela, en los partidos, en la escuela de inglés, y si tenía suerte llegaban tarde por él. Si no, se iba caminando a casa tan sólo para que al llegar, los papás también estaban llegando y le decían: "¿Dónde estabas? Fuimos por ti a la escuela".

Y por si fuera poco, David tenía talentos: era buen músico, tenía muy buena puntería, era buena persona y, al igual que tú, era un chavo muy inteligente. Cuando tenía como 15 años, cierto día tuvo que llevar comida a sus hermanos que estaban en la guerra y se vio en la necesidad de enfrentar a un soldado y pa'acabarla gigante, ¿qué crees que pasó? David lo venció y lo mató. Así que el rey lo contrató. Pero, como buen looser no duró mucho, a pesar de tratar de ser buena gente, cool, in, fashion, amigable, bien portado, sus hermanos lo aborrecían y el rey intentó asesinarlo en varias ocasiones. Así que tuvo que salir huyendo. ¿Cuántas ocasiones nos hemos esforzados por agradar a los demás y aun así nos desprecian, nos odian, no nos comprenden? ¿Cuántas veces nos esforzamos en la escuela, pero tal parece que el profe nos trae ganas?, etc.

Un Ejército de 400 Loosers
David tuvo que huir al desierto y se escondió en una cueva en una región llamada Adulam. Su familia se enteró y muchos otros Loosers como él. Y como un Looser llama o atrae a otros Loosers, en Looserlandia, o sea la cueva de Adulam, se reunieron 401 loosers. Todos ellos, considerados por los demás como perdedores, afligidos, fracasados, inútiles, buenos para nada, etc. Y todo esto por una gran mentira que nos enseñan: "Que nuestra identidad se encuentra en nuestros logros, es decir, que valemos de acuerdo a nuestros logros: un gran negocio, una carrera, etc."

Todos los que estaban en Adulam eran considerados por los demás como Loosers, porque no habían logrado algo grande en su vida, o en el caso de David, alguna vez mató a un gigante, pero ahora era un cobarde que huía.

A todos nos afectan muchísimo las circunstancias de nuestra familia: el hijo menor (el chunco olvidado), el hijo mayor (el nene consentido), el hijo de en medio (el hijo sandwich). Problemas de alcoholismo en el hogar, divorcio, maltrato, etc. La posición social, la condición económica, etc. Todo esto afecta, pero la pregunta es ¿se convierte automáticamente en looser alguien que le toca vivir en looserlandia? ¿Puede cambiar su situación o tendrá que ser un looser toda su vida?

De Loosers A Héroes
Ni David ni sus hombres podían cambiar las circunstancias de su nacimiento o la forma en que sus hermanos, padres, vecinos, maestros o demás personas los trataron. Pero lo más importante no era lo que otros pensaban de ellos, sino lo que Dios pensaba.

Dios vio en David un gran guerrero y valeroso líder. David halló lo bueno que Dios vio, y en lo que él era muy capaz: la música, un buen soldado, un buen líder y con la ayuda de Dios, pudo vencer la carga social y emocional de la situación en la que se encontraba. Y no sólo David, también esos 400 loosers pudieron descubrir, con la ayuda de Dios lo bueno en ellos. Eso que sólo Dios fue capaz de ver. Y terminaron siendo aun mejores que su líder (2 Samuel 13:18-23).

Además de eso, David y sus hombres fueron pacientes. No importando lo que la gente decía y pensaba acerca de ellos. Se decidieron a desarrollar lo bueno que Dios les había mostrado que tenían. Hasta que un día llamaron a David para ser el rey. Y entonces esos 400 loosers, se conviertieron en el ejército más poderoso de Israel, y su líder, el más Looser de todos, se convirtió en el Rey más grande que Israel haya tenido.

Puedes Ser Quién Dios Quiere Que Seas
David pudo haber rechazados a sus familiares, les pudo haber dicho: "Me maltrataron todos estos años. Así pues arréglense como puedan, bastante tengo con mis propias luchas". Sin embargo, David los recibió y pasó de ser rechazado, perseguido y looser, a un gran líder que convirtió a 400 loosers en heroícos soldados. Dios utilizó todo el talento y habilidades que puso en cada uno de ellos para que llegaran a ser, David el Rey más grande de Israel y los 400 loosers en el ejército más poderoso de Israel.

Dios ve las posibilidades que hay en ti y puede usarlas. No importa cuán looser te sientas o crean los demás que eres. Los vencedores son los que rehúsan darse por vencidos ante las circunstancias negativas de la vida, se entregan a Dios, y confían en su ayuda. Aun las malas situaciones nos ayudan a ser la persona que Dios quiere que seamos si respondemos con la actitud apropiada.

La clave para triunfar está en cómo respondemos. Una actitud de paciencia, perdón, y sobre todo, una disposición de entrega a Dios, nos conducirán a la victoria. Porque sólo Dios puede ver el gran potencial que hay en tu vida, pues él te creó. Y sólo Dios puede decir quién eres en realidad y quién puedes llegar a ser.

* Basado en 1 Samuel 22:1-2

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