Acerca del Suicidio 3


Cómo puedo ayudar a mi amig@, hij@ o conocid@ 
que se quiere matar?

En la Biblia exite un personaje, cuya función, resultaba no sólo importante, sino vital para mantener con vida a las personas de una ciudad. Este personaje es EL ATALAYA (Ez 33:1-9).

El Atalaya era una persona, elegida por los ciudadanos, en el que depositaban su confianza y la responsabilidad de alertar a la ciudad de cualquier peligro que se aproximara. Era colocado en algún lugar alto de las murallas de la ciudad y desde allí se mantenía vigilando.

Bueno, pues de igual manera, Dios te ha colocado a tí, padre/madre, amigo, hermano, familiar, conocido, como atalaya de personas que te rodean que están siendo amenazadas o rondadas por el adversario, dispuesto a robarles la ilusión, para conducirlos hacia la muerte (suicidio) y destruir con ello las familias. Tú y yo, debemos tomar muy en cuenta esta función de Atalayas, prevenir y evitar que vidas sean arrebatadas por el enemigo.

¿Cómo podemos hacer esto? Si Dios te ha puesto cerca de alguien que te ha preocupado por cómo luce, que en su vida hay indicadores de intención de suicidio (Quizás te interese leer y conocer más acerca de los INDICADORES DE SUICIDIO o de los ELEMENTOS COMUNES EN UN SUICIDIO); tú puedes hacer estas cinco cosas:

1. MANTERTE PREGUNTANDO
Las personas con abuso de sustancias o problemas de salud mental a menudo mantienen sus luchas para sí mismas por una variedad de razones, incluidos el miedo y la vergüenza. Si sospechas que alguien está sufriendo, no esperes a que vengan a ti. Pregúntales directamente cosas como:
> ¿Estás pensando en matarte?
> ¿Cuánto estás bebiendo / usando drogas?

Nota la diferencia entre estas preguntas y un vago "¿cómo estás?" Cuando haces una pregunta directa y específica, es más probable que obtengas respuestas honestas y profundas.
Después de esa primera pregunta, ¡sigue preguntando! Pregúnteles cómo les está yendo, cómo va el tratamiento y si hay alguna forma de ayudarlos en su camino hacia la recuperación.



2. MANTERLO A SALVO
Si tu amig@ o hij@ está pensando en suicidarse, pregúntale si ha pensado en cómo lo haría.
Si responde con un "sí", su nivel de riesgo es alto. ¡Ponte en contacto con su padre o un adulto de confianza para decirles que tu amigo está teniendo estos pensamientos!
Puede que a tu amigo no le guste esto. Es posible que incluso te hayan pedido que prometieras no decirle a nadie cómo se sentía. Eso es normal: compartir sentimientos puede ser aterrador, y tu amigo probablemente quería mantener sus sentimientos en privado. Desafortunadamente, cumplir esa promesa significa arriesgar la vida de tu amigo. Tu amigo podrá estar enojado contigo por decírselo a un adulto, pero vale la pena salvarles la vida.
Los mismos principios se aplican a alguien que usa sustancias indebidamente. Algunas drogas pueden ser letales, y si tu amigo comienza a usarlas, debes comunicarte con un adulto.

En caso de emergencia, no lo dudes. Llama al 911

 

3. MANTERTE A SU LADO
Si crees que alguien podría estar considerando suicidarse o está usando sustancias en exceso, ¡no lo dejes solo! Si eres padre, jamás lo dejes solo en casa. Haz tiempo para sentarte a platicar con ellos, escucha sus razones para sentirse desesperado y con dolor. Diles que su dolor emocional es real e importante.
Recuerda que si bien debes reconocer los sentimientos, no necesitas estar de acuerdo con las falsedades. Por ejemplo, puedo empatizar con alguien que se siente desesperado sin estar de acuerdo en que no hay esperanza para ellos. Escucha sin juzgar y con compasión y empatía.
 


 

4. AYUDALES A CONECTARSE
Existen tantos recursos para adolescentes que luchan, pero cuando las personas están en medio de su lucha, la conexión con esos recursos puede parecer difícil. En esos momentos de lucha, la visión de ellos es como la que se tiene en un tunel o en medio de neblina, la solución está cerca pero no la logran vislumbrar.
Puedes ayudarlos a conectarse de varias maneras. Ayuda a tu amigo a conectarse a un sistema de soporte (grupos de autoayuda, grupos en una iglesia, grupos en línea, etc.). Aliéntalos a que pongan un número de línea directa suicida en su teléfono. Pídeles que se comuniquen con un adulto o un profesional de la salud mental. Ofrece sentarte con ellos y escribir un plan de sistema de apoyo o encontrar recursos con ellos.
Existen "Centros de recursos" para aquellos que sufren y sus familias.

Y, obvio que lo más importante, es ayudarle a conectarse con Su Creador. Con aquél que le ama tanto que sufrió y murió, para que pudiese disfrutar de una vida plena y abundante. En esos momentos, ellos sienten que Dios está muy lejos de ellos.

 

5. SEGUIMIENTO
Una vez que sepas que tu amigo o ser querido se ha conectado a los recursos y no está en crisis, puedes sentir una sensación de alivio de que están a salvo. Pero no solo continues con tu vida. Sigue consultándoles acerca de cómo están y cómo se sienten en los días y semanas posteriores a la crisis.
El dar seguimiento es especialmente importante si tu amigo o ser querido acaba de ingresar a un nuevo tratamiento. Este puede ser un momento vulnerable, ya que algunas personas esperan sentirse mejor de inmediato cuando están en tratamiento. Si no comienzan a sentirse mejor, pueden creer que nunca mejorará y sentirse desesperanzados.
Al ofrecer soporte continuo, les estás demostrando que comprendes que la recuperación lleva tiempo. Sigue practicando la empatía y la validación durante todo el proceso de sanidad. Hazles saber que te importan pase lo que pase.




Recuerda que cuando alguien sufre, es posible que no pueda levantar el teléfono para pedir ayuda. Pueden temer que son una carga para las personas que les importan y no quieren molestar a las personas con sus problemas. Sé proactivo y haz planes concretos, como "¿Quieres ir a esa nueva película el viernes?" Tú eres el atalaya, tú has sido designado por Dios para ayudarle. Cumple tu encomienda de acercar a tu amigo con el Creador, con el amoroso Salvador que MURIO para que él pueda VIVIR. 

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