Todo te ayuda

¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué Dios me prueba de esta forma? Aún aquello que aparentemente puede destruirte, puede resultar en tu salvación.

¿Por qué Dios permite que me pase esto? ¿Me estará queriendo enseñar algo o sólo me está castigando por algo que hice?

Una terrible mentira que muchos creyentes llegan a creer acerca de Dios y sus caminos es: "Ven a Cristo y para de sufrir. Ven a Cristo y todos tus problemas terminarán". Jesús jamás prometió algo así. De hecho, lo que en verdad prometió es que tendríamos muchas pruebas, muchos sufrimientos y muchas aflicciones, pero, pese a todas ellas, tendríamos Su Paz (Juan 16:33). Entonces, ¿para qué acercarse a Dios si de todas maneras va a ser lo mismo? ¡No es así! Lee de nuevo la promesa de Jesús:
Yo les he dicho estas cosas para que en mí encuentren paz. En este mundo van a sufrir, pero anímense, yo he vencido al mundo. (Nueva Biblia Viva)

Acercarte a Dios no implica que tus problemas desaparecerán, implica que el vencedor, Jesucristo, estará contigo en cada una de ellas, por tanto puedes afrontarlas en paz, porque:

1) Ahora que sabes que enfrentarás problemas, puedes prepararte para ello, ya no te tomarán desprevenido, porque sabes que en cualquier momento surgirá un problema.

2) Ahora sabes que Jesucristo, el vencedor, está de tu lado; por lo que puedes confiar que Él no permitirá una prueba mayor a tus fuerzas, El suavizará cada problema para que puedas resistirla.

3) Ahora sabes que no sólo nos consuela en la prueba, sino que te ayudará a superarla. Siempre hay una puerta de salida que nuestros ojos naturales no alcanzan a ver; pero la mano de Cristo la abre para facilitarnos la salida.

4) Ahora sabes que cada situación, cada dificultad, cada sufrimiento, cada prueba, cada circunstancia en tu vida, aunque parezca ridícula (como le pareció al karate kid al tener que quitar chaqueta, poner chaqueta una y otra vez), tiene un propósito, puesto que Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman (Romanos 8:28).

5) Ahora sabes que aún aquello que aparentemente puede destruirte, puede resultar en tu salvación. Como lo experimentó Jonás, que creyó que el gran pez había sido enviado para destruirlo, pero en realidad fue enviado para ser llevado sano y a salvo a la orilla del mar.

Asi que, esa situación por la que estás pasando, y que no comprendías el para qué. Ahora enfréntala con valor y con la Paz de Cristo, porque sabes que Jesús está a tu lado.

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