Respeta a tu esposo Parte 1

"¿Otra vez con tus amigotes?, mejor pasa tiempo con tu hijo"; "¿Para qué compaste esa porquería?, ni sirve. Sólo tiras el dinero".
La mayor necesidad de un hombre es sentir respeto por parte de su esposa, mientras que la mayor necesidad de una mujer es sentirse amada por su esposo. O esto es lo que logramos entender del consejo (aunque lleva cierto tinte de mandato) que se nos brinda en Colosenses 3:18-19 "Esposas, sujétese cada una a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor. Maridos, ame cada uno a su esposa y nunca la trate con aspereza."

La mayor necesidad de un hombre es sentir el respeto, la confianza, la admiración y el honor de su esposa. Y es que, una esposa, puede prodigar mucho amor a su esposo (lo cuál es necesario además de ser muy genial), pero si no le muestra respeto, con cosas tan sencillas como criticarlo en público o cuestionar sus decisiones todo el tiempo, jamás se llegará a sentir 'amado', sin importar cuántas veces se lo diga o cuántas muestras de cariño físico le exprese.

Si nunca has pensado en cómo respetar a tu esposo, permíteme sugerirte cinco formas:

1. Respeta su juicio
Entendamos por juicio su conocimiento, opiniones y decisiones. Un hombre necesita que la mujer en su vida respete su juicio (y como hombre aceptaré que muchas veces no es muy bueno como pensamos), pero el asunto en cuestión no es respetar si está en lo correcto, sino mostrar respeto hacia su decisión. Muchos hombres deserían que su pareja no cuestionara su conocimiento, ni discutiera sus decisiones todo el tiempo. ¡Ya sé! Esto es algo muy difícil, dado que en estos días se promueve la 'liberalidad', pero, insisto, realmente se trata de su necesidad de que lo respetes.

Muchos hombres sabemos y sentimos que nuestras opiniones y decisiones son valorados (y muy profunda y activamente) en diferentes lugares excepto en el hogar. Muchos compañeros en el trabajo, incluso jefes, confian más en el buen juicio de un hombre, que su propia esposa. Y, mientras que los compañeros o amigos de un hombre, rara vez le dicen qué hacer (en vez de eso le preguntan o aconsejan acerca de una decisión), más de una esposa comete el error de ordenar (incluso hasta regañar) a su marido, como si fuese uno más de sus hijos, respecto a lo que debe o debió hacer.

En una guerra, muchas veces es preferible perder una batalla, con tal de ganar la guerra.

Siguiente forma: Respeta sus habilidades

Lee la última parte.