Respeta a tus mayores

Algo que ha perdido la sociedad es el respeto a los mayores y a las autoridades. Si quisiéramos señalar culpables, no sería difícil, ellos mismos; ya que las personas que han estado en autoridad han hecho todo lo posible para que no les guardemos el debido respeto: padres que abandonan su hogares y se olvidan de sus responsabilidades para con sus hijos, autoridades que en vez de procurar el bien de la gente tan sólo vela por sus intereses, autoridades que abusan del poder que tienen, mayores que son un terrible ejemplo a seguir, etc. Pero si nos quedamos en esta actitud estaremos cometiendo dos terribles errores:

(1) Por un lado estaremos olvidando que ellos también son seres humanos, con fortalezas pero también con muchas debilidades, al igual que nosotros. Jamás serán perfectos, como nosotros tampoco lo somos. No podemos juzgarlos solamente por lo malo que hacen, porque sin duda también tendrán algo bueno. Y, además...
(2) Estaremos olvidando que todos nosotros 'seremos mayores' (en caso de que seas un adolescente o joven) y que todos en algún momento de la vida somos autoridad (padre, madre, líder, ejemplo a seguir). Y que, dependiendo de nuestra actitud a las autoridades y mayores, estamos forjando el tipo de líder o adulto que seremos.

En la Biblia en 1 Samuel 24:1-6, leemos la ocasión en que el rey Saúl, un rey que se había corrompido, se había olvidado de Dios, que en muchas de sus decisiones era injusto, perseguía, para darle muerte, a un joven de nombre David, que jamás le había fallado, un joven que incluso era el mejor amigo de su hijo Jonathan y que éste había abogado a favor de él. Este rey era un pésimo ejemplo a seguir como padre y una terrible autoridad.

En esa ocasión, David y sus fieles amigos se hallaban escondidos en una cueva, cerca de un redil de ovejas localizado en un oasis (oasis es una zona con agua en medio de un desierto) muy famoso en Israel, En-Gadi. La Biblia dice que Saúl y sus hombres anduvieron buscando de cueva en cueva, hasta que llegaron a este redil, y 'las tortas de jamón' y las 'bebidas' que se echaron en el camino, ya habían hecho efecto en Saúl y le dieron ganas de ir al baño (la frase 'cubrir sus pies' es una alusión al hecho de acurrucarse para hacer del baño, ya que en aquella época usaban túnicas y en esa posición la túnica cubría los pies).

Saúl entró a la cueva, obvio sin compañía, dejaría sus armas a un lado, y comenzó a hacer sus necesidades, inundando aquella cueva con la fragancia que todos detestamos. Sin duda alguna, un motivo más para querer matarlo. Los amigos de David vieron esto como un designio de Dios para terminar con el reinado de una autoridad mala, para terminar el tiempo de estar huyendo, y para terminar la fuente de la contaminación del aire dentro de la cueva. Pero David lo vio desde otra perspectiva: David sabía que aquel hombre era una autoridad puesta por Dios, porque toda autoridad proviene de Dios (sea que haga bien o mal las cosas, sea corrupto o no, sea justo o no, Dios sigue en control y utiliza TODO para bien). ¡No lo mató! Tan sólo cortó un pedazo del manto del rey, le perdonó la vida.

El resultado de todo esto, es que tiempo después, el Rey Saúl fue asesinado en una guerra, y David vino a ser el sucesor, elegido por Dios pero también por las personas, con un carácter totalmente diferente, con un corazón conforme al corazón de Dios, forjado a través de las dificultades, demostrando siempre amor, compasión y sobre todo RESPETO a sus autoridades y mayores (a pesar de que hayan sido malas). David llegó a ser el rey más grande que ha tenido la nación de Israel.

Tú, bien puedes oponerte a las autoridades por sus acciones injustas o malas, pero siempre con respeto, al hacerlo estarás forjando un mejor carácter para ser mejor que ellos en cuanto a tu propia función como adulto mayor o como autoridad. Si hay algo que podemos aprender de David, es a "respetar a nuestros mayores y autoridades, sobre todo cuando éstos la estén defecando".

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