¡Te lo dije!


¡Te lo dije! 

¿Cuántas veces no hemos escuchado esta frase de labios de nuestros padres, principalmente, y también parte de buenos amigos que quisieron prevenirnos acerca de algo?

En la vida los problemas podemos clasificarlos en dos tipos: (1) los que nos vienen a la vida sin buscarlos, (2) y los que nos buscamos nosotros mismos. Para los primeros, luego te daré consejos... pero en cuanto a los segundos, lo mejor que podemos hacer es evitarlos... ¿Cómo?

Lee detenidamente lo siguiente:
»Los llamé muy a menudo pero no quisieron venir; les tendí la mano pero no me hicieron caso. No prestaron atención a mi consejo y rechazaron la corrección que les ofrecí. ¡Por eso me reiré cuando tengan problemas! Me burlaré de ustedes cuando les llegue la desgracia, cuando la calamidad caiga sobre ustedes como una tormenta, cuando el desastre los envuelva como un ciclón, y la angustia y la aflicción los abrumen. (Proverbios 1:24-27)


Aquí descubrirás algo importante para evitar "esos problemas" que puedes causarte tú mismo:
1. Cuando alguien que te quiere (como tu papá o mamá, los abuelitos, algún familiar o algún amigo adulto que siempre te comparte sus experiencias a fin de que no pases por lo mismo que él sufrió) o varias personas que siempre han buscado lo mejor para te te dicen "no vayas te puede pasar algo malo". ¡Es una señal de alerta!
2. Cuando alguien (o varios) te ofrece ayuda porque ve "que no lo estás haciendo bien o de manera correcta". Lo normal es que nos ofendemos, nuestro ego se siente lastimado, y muchas veces gritamos "no necesito ayuda, yo puedo solo". ¡Error!
3. Alguien (o varios) te estuvieron aconsejando una y otra vez, e incluso tus papás tuvieron que corregirte por algo que hiciste mal (y hasta te castigaron). Pero tú, aunque prometiste no volver a hacerlo, decidiste ignorar sus consejos y corrección y lo vuelves a hacer. ¡¡Peligro!! Dentro de poco estarás sumido en la desgracia, en la calamidad, en medio de la tormenta y el desastre, angustiado y afligido... consecuencia de no escuchar cuando te lo dijeron. 
4. La mejor forma, por tanto, de superar estos problemas es prevenirlos. Evita las situaciones o lugares en los que puedes encontrar tales problemas; acepta la ayuda que otros te ofrecen; y escucha el consejo y corrección que te brinden. Pero... principalmente, jamás dejes de escuchar la voz de Dios. Él siempre, a través de su Espíritu Santo o personas, procura que evites lugares o situaciones potencialmente peligrosos; siempre te tiende la mano para ayudarte, así que no seas orgulloso despreciándole; y siempre te brinda consejo y corrección a través de Su Palabra, a fin de que no te metas en problemas.

No esperes a escuchar ¡Te lo dije! Mejor escucha ahora, antes que sea demasiado tarde.

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