Jesús Siempre Llega ¿A Tiempo?



Se escucha muy bonito, pero esta frase suele traer un poquito de conflicto, porque… ¿qué es llegar a
tiempo?

Preguntémosle a Pedro (Lucas 4). Resulta que su amada suegra se enfermó. Por tanto, ese día Pedro no se presentó a trabajar con el Señor Jesús. Pero deciden pasar a verlo y al ver a su suegra, postrada en cama con una terrible infección (por eso tenía fiebre), Jesús la sana. ¿Llegó a tiempo Jesús? Según nuestro estándar de llegar a tiempo, ¡por supuesto! Llegó para impedir que esa enfermedad la matara.

Preguntémosle ahora a Jairo (Lucas 8). Jairo era un principal de la sinagoga, cuya hija se estaba muriendo, por tanto va a donde estaba Jesús para pedirle que la sanara. Pero Jesús es retrasado por la multitud que lo apretujaba. Cuando finalmente llega a casa de Jairo, su hija acababa de fallecer. ¿Llegó a tiempo Jesús? Según nuestro estándar, ¡obvio que no! ¿Y eso realmente importaba? ¡No! Porque Jesús fácilmente podía pedirle al espíritu que volviese, total, acababa de partir. ¡Y así lo hizo! Entonces, no es tan importante si llegó a tiempo, sino que llegó.

Preguntémosle a la viuda de Naín (Lucas 7). Una pobre mujer, viuda, cuyo único hijo y obvio el sostén de su hogar, había fallecido. Ya lo llevaban a enterrar cuando Jesús pasó por allí. ¿Llegó a tiempo Jesús? Según nuestro estándar, ¡por supuesto que no! ¿Importaba el hecho de que no llegó antes para sanarlo? ¡No! Porque Jesús tocó el féretro y le devolvió a su hijo. Entonces, no fue tan importante que llegara a tiempo, sino que llegara.

Preguntémosle a las hermanas de Lázaro (Juan 11). Lázaro era un muy buen amigo de Jesús, y mandaron a llamar a Jesús porque se estaba muriendo. Pero Jesús llegó cuando Lázaro tenía 4 días de haber sido sepultado. Para Marta y María, Jesús no llegó a tiempo. Llegó con muchos días de atraso. ¿Importaba eso? ¡No!, porque para Dios no hay imposibles, así que resucitó a Lázaro. Entonces, no fue tan importante el hecho que no llegara a tiempo, es más importante que llegó.

Preguntémosle a Juan el bautista (Marcos 6). Juan fue encarcelado por Herodes, y éste, fascinado por la danza de una chiquilla, ordena que le corten la cabeza. Jesús no llegó para evitarlo. ¿Era importante eso? ¡No!, pero Jesús había aparecido en su vida años antes.

Tenemos la idea, no bíblica, de que Jesús siempre llega a tiempo. Pero nuestro concepto de llegar a tiempo muchas veces significa que Dios aparezca para evitar las dificultades, los sufrimientos, o para que haga justo lo que nosotros pensamos debe hacerse o debe pasar. Pero Dios no se rige por nuestro estándar o por nuestras ideas. Dios se rige por sus propios planes, los cuáles son maravillosos. Entonces Dios no llega cuando nosotros consideramos deba llegar, Él llega cuando, según sus planes, es el momento estratégicamente correcto.

Así que, no te afanes tanto en ver que Jesús aparezca justo a tiempo. Él llegará, no importa en qué momento, É llegará. Y cuando Él llega, cosas maravillosas suceden.

No es tan importante el que Jesús siempre llega a tiempo. Sino el que JESÚS SIEMPRE LLEGA.



PD ¿pensabas que no había solución para tu vida porque ya es demasiado tarde? No te preocupes, porque con Dios no se trata de llegar justo a tiempo, sino de que lo invites a llegar, y cuando EL llega, cosas maravillosas suceden.
 

Comentarios

Los más leídos