Cronicas Estudiantiles
COSAS QUE APRENDÍ DE LA ESCUELA
Filosofando Sobre La Vida
La escuela, ningún otro lugar que nos haga pensar tanto: ¿cómo
ganar los puntos de tareas sin tener que hacerla?, ¿cómo copiar en los exámenes
sin que lo note el profe?, ¿cómo ligar a la más guapa del salón?, ¿cómo
escaparnos sin que lo notaran?, ¿cómo whatsapear sin hacer ruido?, etc.
También solía preocuparme por ¿cómo obtener 10 o mínimo 8 en
las calificaciones? Hasta que un día, en la clase de filosofía me revelaron el
secreto para obtener 10 en todas las materias, y cómo conseguir TODOS los
permisos que quiera de mis padres y en cualquier lugar. ¡Amé filosofía a
partir de ese día!
¿El secreto? Bueno en una clase el maestro se puso al frente
y dijo: Hay dos teorías filosóficas
opuestas ante la verdad y que han sido defendidas de forma reiterada a lo largo
de la Historia de la Filosofía: el objetivismo y el relativismo. El objetivismo
mantiene la idea de que la verdad es independiente de las personas o grupos que
la piensan o formulan. Por el contrario, el relativismo considera que la verdad
depende o está en relación con el sujeto, persona o grupo que la experimenta. Y entonces el profe terminó diciendo: ¡no hay
absolutos!, todo es relativo. Obviamente me filosofé a mí mismo: ¡Allí está el
secreto de la felicidad! Así que comencé a aplicar ese maravilloso principio.
Venía el examen,
pero no estudié, no lo necesitaba, tenía la certeza de que tendría 10. Así que
llegó el día de entrega de exámenes, el profe nos iba llamando uno a uno y al
entregarnos el examen, él sentado en su escritorio, decía en voz alta la
calificación. Tocó mi turno, Sr. Cruz, me acerqué tomé el examen y dijo: Cero.
Yo respondí, ‘¡No!, es diez.’ El profesor se comenzó a reír, ‘sacaste cero’.
¡No profesor, es diez!, le debatí. ‘Como va a ser diez, si respondiste todo mal’.
Y yo entonces le dije con mucho orgullo: ¡Esa es su verdad!, pero como la
respuesta a sus preguntas dependen o están en relación con el sujeto, osease
conmigo, para mí esas son las respuestas correctas. Y como usted bien y
sabiamente nos dijo: ¡no hay absolutos! Usted debe ponerme diez’. Creo que no
tengo qué detallar cuánto me pusieron.
Y en casa pasó
algo similar: ‘¡Papá!, ¿me das permiso para ir al antro?’. Mi padre respondió:
¿Qué te pasa?, eres apenas un niño, no tienes edad para entrar a esos lugares,
allí solo mayores de edad pueden entrar. ¡No tienes permiso! Obviamente si me fui
al antro, y al regresar mis padres me exigieron explicación: ‘Amados
progenitores, en la escuela aprendí que las verdades no son absolutas, y pues
ustedes me ven chico, pero la verdad depende o está en relación con el sujeto,
osease yo, y pues yo veo que ya estoy grande. Así que si tengo permiso para ir
al antro’. Creo que tampoco tengo qué explicar cómo me castigaron.
¿El secreto para
sacar 10 y obtener permiso para TODO? Entender que sí hay absolutos, si hay
verdades que nos rigen y que debemos respetar para poder obtener éxito en
muchas áreas de la vida: por ejemplo debes estudiar para obtener buenas
calificaciones y honrar a tus padres para que te vaya bien en la vida. El mayor
absoluto de todos: Dios.
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