Tabaquismo


El tabaquismo es un grave problema, ya que involucra una dependencia física, pero también psicológica a la
nicotina.

Solo por si no lo sabías, o para recordártelo: cada vez que inhalas las diferentes sustancias que libera el tabaco se altera tu sistema nervioso por lo que se desarrolla la adicción.

Primero tienes una dependencia física porque el organismo se acostumbra a funcionar con ciertos niveles de nicotina en la sangre y debido a que el sistema nervioso se altera, y hasta puedes desarrollar enfermedades psiquiátricas tales como: esquizofrenia, la depresión, la hiperactividad y el déficit de atención.
El siguiente problema es que el irás necesitando un mayor número de cigarrillos para tener el mismo efecto que al principio de tu adicción tenías con uno o dos y así, encontramos personas que llegan a fumar la cajetilla completa.

El otro problema es la dependencia psicológica, la cual es más difícil de superar que la adicción física, porque cada fumador siente un apego especial (una necesidad que lo orilla) al cigarrillo. Por eso verás a personas (si no es que te ha pasado) que dicen 'es que necesito un cigarrito para calmarme’, o ‘necesito un cigarrito para disfrutar’. Y otros más porque el cigarro ya se asocia con la imagen que ellos tienen de sí mismo (eres lo que en tu corazón crees que eres) o la imagen que quieres que los demás vean de ti.
¿Y eso es todo? ¡Ojalá! También hay cambios físicos ya que las sustancias que le metes a tu cuerpo buscarán salir a través del sudor, causando mal olor de tu piel, aliento e incluso la orina. También se reconoce a un fumador por sus dedos que se ponen amarillos, los dientes manchados. Y sobre todo, el envejecimiento, ya que la tu piel se reseca por el humo del tabaco. Así que: ¡fumar te hace ver viejo y acabado!

¿Quieres salir?
El primer paso es tomar la firme decisión de salir de la adicción (de hecho cualquiera que sea).

El segundo paso es reconocer que no podrás solo, busca ayuda. Y estar en constante tratamiento (vigilancia), porque la adicción se controla, hay que abstenerse.

Aquí viene algo muy importante. Podrás intentar abstenerte de esta sustancia, pero lo que te llevó a probarla (el vacío en tu corazón) aún continuará si no llenas de tu corazón del Amor de Dios. Ya sea tu intención de probar algo diferente porque tu vida era monótona, por alguna decepción amorosa o familiar, por intentar agradar a los demás (falta de identidad), etc. Todo ese vacío se irá si te llenas de la Presencia del Espíritu Santo de Dios.

Si ya hay un problema de adicción física a la nicotina, busca ayuda médica porque hay un síndrome de abstinencia por ausencia de nicotina: cambios de humor, trastornos del sueño, temblor en las manos, sudoración, dolores de cabeza, depresión. 

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