La Magia Del Sexo



Yo creo firmemente que todo lo que Dios hizo, es bueno, es mágico, es maravilloso. ¿Te imaginas? Existía la nada en una terrible oscuridad y de pronto aparece la luz. Había agua flotando en el espacio y de pronto un poco se encierra dentro de una boveda y se produce oxígeno para que entonces aparezca lo seco y vegetación. Luego el cielo oscuro comienza a alumbrarse con estrellas, soles y lunas. Y de manera sorprendente se produce vida en el agua, aparecen las aves, luego animales terrestres y finalmente el hombre. Sin duda debió ser mágico todo ese momento.

Ah, y no puedo negar que la ocurrencia de una mujer para un hombre fue de Dios, fue un momento más mágicamente maravilloso. Por tanto, el sexo también es bueno, es mágico y definitivamente maravilloso.

Pero existe un problema con todo lo que es mágico. La magia pierde su maravillosa dimensión en el momento en que se descubre la causa con uno, y con otro, y con otro más. No importa cuán ‘prestigioso’ sea el mago o cuánta maestría le ponga para realizar el acto, si ya se sabe el secreto ni el mago ni las personas lo disfrutan, pierde lo mágico (por eso fue tan odiado el programa 'los secretos de la magia finalmente revelados'). Es en ese momento que aquello que era maravilloso, sorprendente y mágico se convierte en algo vil y despreciado.

El momento de la intimidad sexual entre una pareja es algo maravilloso. Imagina un hombre y una mujer disfrutando de este mágico momento que:
  1. confirma ese amor comprometido que se tienen (el amor que fue capaz de superar obstáculos, intentos de separarlos, incluso de la aparición de ‘alguien más’ pero prefiriendo siempre a una pareja por sobre alguien más); 
  2. satisface a plenitud a su pareja (y no sólo con el fin de satisfacer la pasión propia); 
  3. disfruta de lo especial y único que es su pareja (sin compararlo o competirlo con alguien más); 
  4. convierte a dos personas en una sola (más allá de lo físico, sino en lo emocional y lo espiritual); 
  5. produce vida. Esto si se le permite a esta unión maravillosa llegar al punto más mágico e increíble de todos: concebir un hijo; no tiene comparación. Con facilidad pueden descubrir esa dimensión mágica, maravillosa, increíble y espiritual de la intimidad sexual.

Pero ésta se convierte en vil y despreciable cuando la causa se descubre con uno, con otro y luego con otro. Pierde su esencia, lo mágico y maravilloso. Porque lo reducimos a tan sólo un acto físico, que requiere solo de ‘experiencia’, ‘profesionalismo’, y una ayuda en forma de bebida, pastillas o gel 'por si no puedes' o por aquello de que simplemente 'quieras más' para practicarlo. 

Los mejores amantes, los amantes de ensueño y mágicos, son aquellos que logran satisfacer plenamente, vez tras vez, a su única y especial pareja, sin revelar la causa y el secreto con nadie más para no perder ese toque de magia. 

¡Recuperemos la dimensión mágica, espiritual y maravillosa de la intimidad sexual!

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