¿Flaqueando?

Déjame adivinar, bueno mejor dicho, déjame asumir que tienes un problema con un pecado, una adicción, una relación que no puedes terminar, o simplemente estás pasando por una prueba tan difícil que ya quieres tirar la toalla. Por eso te interesó el título y quieres saber ¿Por qué flaquemos?

En primer lugar, porque somos seres humanos, con una capacidad física y mental LIMITADA. Solo podemos ver el pasado y el presente, y flaquemos porque permitimos que las circunstancias nos agobien. Creemos que no hemos cambiado, que 'siempre' ha sido así, que 'nunca' nos va bien. Que antes fallamos, y volverá a pasar. O simplemente recordamos lo doloroso y difícil que fue anteriormente, y creemos que será igual o peor. Por tanto necesitamos una perspectiva diferente, una visión no terrenal, a nuestro nivel, sino celestial.

Esto nos lleva al segundo punto, flaquemos porque nos soltamos de la mano del Señor. Para poder tener esa nueva perspectiva que nos traerá aliento, esperanza, fe, victoria necesitamos estar tomados de su mano para que pueda dirigirnos a ese punto desde donde los problemas, los pecados adquieren otra perspectiva, desde donde no se ven tan invencibles o insuperables. Y aquí está el problema, que muchos vemos a Dios como una religión y no como una persona con quien tener una relación.

¡Qué diferente sería si cada día, cada tarde, cada noche, en cada caminata, buscaras Su consejo e intimidad con Él! Notas como en cuanto dejas de disfrutar de momentos de intimidad con Él (oración y Biblia), tus deseos cambian, tu carácter cambia, ahora estás más gruñón, 'nuevamente' nadie te endiente y 'todos te juzgan'. Ir a una iglesia comienza a volverse aburrido y tedioso. Es que no se trata de ir a la iglesia o no, sino de tu INTIMIDAD con el Señor, de buscar SU rostro en todo momento. Eso es lo que te dará FUERZA.


Recurran al Señor y a su fuerza; busquen siempre su rostro. (Sal 105:4)

Comentarios

Los más leídos