Tip Para Papás



Controla Tu Enojo
El enojo humano no produce la rectitud que Dios desea (Stgo 1:20)

Recuerdo, de mi época de estudiante, a un maestro al que, como grupo, nos gustaba hacer enojar. ¿Por qué? Porque hacía cada cosa en su enojo: se subía al escritorio a pegar de silbidos para que nos callásemos, se salía del salón sumamente enojado, empezaba a gritar apodos y a lanzar maldiciones. Una vez que lográbamos el objetivo, volvíamos a la normalidad. Supongo que el pobre maestro consideraba que había logrado la disciplina del grupo, sin darse cuenta que era todo lo contrario.

El enojo, los berrinches, los gritos o los chiflidos son totalmente inefectivos para la disciplina. De hecho produce lo contrario. Y esto es lo que llega a suceder en muchos de nuestros hogares, al tratar de gobernar nuestras familias siendo controlados por nuestras emociones terminamos siendo manipulados, tal y como le pasaba a este profesor, cayendo en el juego de los hijos. Porque perdemos la objetividad para actuar y ver las cosas como son.

El enojo también es inefectivo al provocar que digamos cosas que después nos arrepentimos de haber dicho. Por eso la Biblia nos instruye: ‘¡Ya no sigas enojado! ¡Deja a un lado tu ira! No pierdas los estribos, que eso sólo trae daño’ (Salmos 37:8); ‘…todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse’ (Santiago 1:19). Y no se trata de esconder tu enojo, o de ocultar tus emociones y sentimientos a tus hijos. De hecho, ellos saben perfectamente cuando estás enojado. Se trata de controlar tu enojo delante de tus hijos, porque de otra forma terminarás controlado por el enojo y tus hijos.

Cada vez que tu hijo o hija te desobedezcan, no reacciones dominado por el enojo, pero sí disciplínalo con la cabeza fría y mano firme. Recuerda que: ‘Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan’ (Proverbios 29:11). Sé un padre sabio.

Comentarios

Los más leídos