Cuando Te Sientas Poco Valorado
Hoy leí algo que escribió un pastor de nombre Chris Surber,
que me encantó: ‘La
gente espera que un pastor tenga la gracia de un cisne,
la amabilidad de un gorrión, la fuerza de un águila y las horas de
la noche de un búho-y algunas personas esperan, como las aves, vivir con la comida de un canario.’
Recientemente
estuve en depresión, ya sabes, los momentos eso en los que nos resentimos por
todas aquellas ocasiones en que nos sentimos no apreciados, en que resentimos todas
aquellas ofensas, traiciones, insultos y hasta maldiciones que en su momento
pasamos por alto.
¡Sé
que no soy el único que se ha sentido así!, y doy gracias al Señor porque nunca
nos deja solos en esos momentos. De hecho, tuve la oportunidad de platicar con
dos excelentes amigos acerca de esto, y allí pudimos intercambiar experiencias.
Ahora me esforzaré por compartir con ustedes lo que he hecho cuando me he
sentido así, quizás pueda ayudarte en esos momentos de depre.
1. Recuerda Que La Aprobación Del Señor Es
La Más Importante
No
olvides que tú vales, no por lo que hagas o dejes de hacer, sino porque eres un
hijo de Dios. A veces nos olvidamos que antes que pastores o líderes, somos
hijos de Dios. Ser líder o pastor no es más que la vocación que tenemos, pero
nuestra importancia reside en que somos hijos de Dios.
2. Ten En Cuenta Que Otros Están Sufriendo
También
En
todas partes del mundo, alguien está pasando por situaciones difíciles, aunque
quizás no de la misma forma. Pero sería bueno que considerarás el poder hablar
y compartir nuestros sentimientos para animarnos y apoyarnos los unos a los
otros.
3. Desarrolla Tus Habilidades Y Talentos
Recientemente
tuvimos una actividad para motivar a los adolescentes a desarrollar sus
talentos y habilidades, y cumplir así el propósito de Dios para sus vidas. Creo
que eso nos falta un poco a los pastores. Creemos que ser un pastor no nos da
derecho a hacer aquello que nos gusta y comenzamos a frustrarnos porque por
algo Dios puso esos talentos y habilidades. Por ejemplo, a mí me gusta
escribir, y ahora estoy más decidido que nunca a terminar unas novelas que
comencé.
Estoy
seguro que en el momento en que comiences a desarrollar esos talentos y
habilidades, descubrirás que puedes incorporarlos a tu ministerio y ser aún más
efectivo. Un ejemplo: conozco a un pastor que le gusta la pintura, y comparte
de Cristo a través de ella. Ahora tiene un espacio en TV haciendo pinturas y
dando una reflexión mientras pinta.
4. Rodéate De Amigos
Sé
que esto lo sabes por experiencia: ¡las personas están necesitadas! Pero,
recuerda que: tú también eres una persona. ¡Sí!, también estamos necesitados.
Necesitamos que alguien nos ayude cuidándonos. Pueden ser otros pastores o líderes.
En lo personal yo tengo amigos que me cuidan, y también tengo mentores que me
aconsejan. Pertenezco a un grupo pequeño de matrimonios que no son líderes y
que en medio de ellos no soy pastor, por tanto también están preocupados por mi
vida familiar.
¡Sí!,
he experimentado que ser pastor no es fácil, pero que emocionante y
satisfactorio es. Al final del día puedo decir: ¡wow! una vez más me has
sorprendido Señor. ¡Lo hiciste de nuevo! Toda la gloria sea para ti.
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