Pide Y Recibirás

¿Cómo logró el rey David obtener respuesta a sus peticiones?Conoce como David obtuvo respuesta de parte de Dios a sus oraciones

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¿Conoces la historia del segundo rey de Israel, David? Era el más pequeño de 8 hermanos. Se presume que era hijo producto de adulterio. Probablemente, fue olvidado constantemente por su padre; despreciado y hasta duramente criticado por algunos de sus hermanos mayores. Cuando estuvo al servicio del Rey Saúl, éste lo celó por su hazaña de matar al gigante Goliat; y lo persiguió para intentar matarle. Pero finalmente, llegó a ser el Rey más amado y recordado por el pueblo de Israel.

En el Salmo 81, David nos cuenta su experiencia personal con Dios: 'Oí una voz desconocida que decía: Ahora quitaré la carga de tus hombros; libraré tus manos de las tareas pesadas. Clamaste a mí cuando estabas en apuros, y yo te salvé; respondí desde el nubarrón y puse a prueba tu fe cuando no había agua en Meriba.' (v.6-7).

Dios le respondió a David. ¿Cómo le hizo? ¿Acaso David conocía el secreto para obtener respuesta de Dios? Pues tal parece que sí, y nos lo comparte en ese mismo salmo:

1) Jamás debes tener otro dios (v.9). No puedes creer que alguien o algo podrá ayudarte como Dios puede hacerlo. Por tanto, no puedes poner tu confianza y adoración en el dinero o en algún ser humano. No hay nada ni nadie tan poderoso como Dios.

2) Él es quién rescató a Israel de la esclavitud en Egipto (v.10). Dios no sólo es el Todopoderoso del Universo. Él tiene la capacidad de ayudarte, pero también tiene la voluntad para hacerlo. Moverá todo su poder a tu favor. Tal como liberó a Egipto de la esclavitud, Él te ayudará.

3) Pide y entonces recibirás (v.11). Si ya has puesto tu plena confianza en Dios, entonces ha llegado el momento de PEDIR en oración lo que necesitas o quieres y si lo que estás pidiendo es lo mejor para ti, Él responderá con gozo y amor casi de inmediato.

Él sabe lo que necesitamos y queremos. ¿Por qué entonces nos pide que lo digamos en oración? Por que al hacerlo lo reconocemos a Él como la fuente de todo. Así que a poner tu plena confianza en el Señor y a pedir en oración tu necesidad, no hay nada demasiado pequeño o grande para Dios.

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