Que Vuelva La Inocencia

Mi hija Vania. Te amo bb!
Que Vuelva La Inocencia
¿Cómo es un bebé cuándo nace? ¿Por qué nos gusta tanto? ¿Cómo es un pequeño niño? ¿Hace las cosas con malicia?
Pero comienza la adolescencia, y muchas de las cosas que se hacen son por experimentar; pero ¿qué pasa cuando pasa de ser experimento a DESEO por hacer algo, aunque la verdad me está lastimando?

Dios creó al ser humano, un ser inocente, sin malicia, y lo vemos reflejado en un bebé. Una inocencia tan pura. Al ir creciendo verás que hará muchas cosas pero sin esa malicia o intención de lastimar. Algunos hasta nos reímos de sus 'fechorías' porque son hechas con tanta inocencia. Pero ya no podemos decir lo mismo en la etapa de la adolescencia, cuando el ser humano pasa de una inocencia a experimentar, y entonces decidir entre lo malo y lo bueno. Y muchas veces, con tristeza y dolor, decidimos por aquello que está mal, que nos afecta, que nos lastima, e insistemos en ello. Y llegamos incluso al punto que Dios describe a continuación:

¿Se avergüenzan de sus actos repugnantes? De ninguna manera, ¡ni siquiera saben lo que es sonrojarse! Por lo tanto, estarán entre los caídos en la matanza; serán derribados cuando los castigue», dice el SEñOR. Esto dice el SEñOR: «Deténganse en el cruce y miren a su alrededor; pregunten por el camino antiguo, el camino justo, y anden en él. Vayan por esa senda y encontrarán descanso para el alma. Pero ustedes responden: “¡No, ese no es el camino que queremos!”. Puse centinelas sobre ustedes, que dijeron: “Estén atentos al sonido de alarma”. Pero ustedes respondieron: “¡No! ¡No prestaremos atención!”. (Jer 6:15-17)

Dios indica que nos volvemos rebeldes, no escuchamos consejo, no escuchamos las advertencias y seguimos haciendo cosas tan repugnantes que incluso hasta se pierde la vergüenza. ¿No te ha pasado? 'Terminas totalmente borracho, totalmente sucio y asqueroso', o 'entregando tu cuerpo a cualquiera o a pesar de saber que eres la otra', 'necesitas tanto la droga que haces ‘cualquier’ cosa por obtenerla'.

¡Se perdió la inocencia con la que Dios nos hizo! Así pasó con Adán y Eva: pecaron y la inocencia se fue.

Y es que al principio de cualquier cosa mala que hagamos surge la vergüenza, pero al continuar terminas con actos tan repugnantes, y ya sin vergüenza alguna. Y Dios una y otra vez quiere impedirte que vayas por ese camino, siempre aparece alguien que te dice de parte suya: ¡Ya párale! ¡Sé el de antes! ¡Tú no eras así! Y aunque tú lo sabes muy bien, no has querido hacer caso.

Dios también puso alertas, alarmas para prevenirte: tu conciencia por ejemplo, tus padres, amigos, familiares. Pero quizás no has querido prestar atención.

Hoy es el momento de parar tu carro. Mira el camino, busca la senda antigua, aquella que al parecer no era tan agradable como el camino que ahora has tomado, y sin embargo era el camino que te traía paz, en la que podías sentirte pleno(a), en la que podías caminar confiado, sin temores ni fobias a lo que pueda pasar, pero que era difícil de caminar, pero de resultados más placenteros que el camino por el que vas hoy en día.

Hoy retoma la senda antigua, vuelve al camino que Dios ha marcado y tomado de su mano.

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