Acabarán Destruyéndose

Acabarán Destruyéndose
¿Por qué un joven se siente atraído hacia una pandilla o un grupo que cometen actos de bandalismo?
¿Un pandillero o delincuente puede vivir abiertamente o siempre cuidándose la espalda?

Hijo mío, presta atención cuando tu padre te corrige; no descuides la instrucción de tu madre. lo que aprendas de ellos te coronará de gracia y será como un collar de honor alrededor de tu cuello.
Hijo mío, si los pecadores quieren engatusarte, ¡dales la espalda! Quizá te digan: “Ven con nosotros. ¡Escondámonos y matemos a alguien! ¡Vamos a emboscar a los inocentes, sólo para divertirnos! Vamos a tragarlos vivos, como lo hace la tumba; vamos a tragarlos enteros, como a quienes descienden a la fosa de la muerte. ¡Piensa en todas las grandes cosas que conseguiremos! Llenaremos nuestras casas con todo lo robado. Ven, únete a nosotros; entre todos compartiremos el botín”.
¡Hijo mío, no vayas con ellos! Mantente alejado de sus caminos. Ellos corren a cometer malas acciones; van de prisa a matar. Si un pájaro ve que le tienden una trampa, sabe que tiene que alejarse. En cambio esa gente se tiende una emboscada a sí misma, pareciera que busca su propia muerte. Así terminan todos los que codician el dinero; esa codicia les roba la vida. (Proverbios 1:8-19)

Las pandillas juveniles son muy comunes en casi todas las sociedades del mundo. La mayoría son formadas por jóvenes que se juntan en las esquinas de las calles de sus barrios para expresarse de forma “antisocial”, con patrones de comportamiento peculiares como: un tipo de ropas, tatuajes, pintas o graffitis en la zona que dominan, señales con las manos y un argot. Y por supuesto, una participación regular en actividades ilícitas y violentas.

Otros grupos delictivos también suelen ser atractivos en la juventud, ya que ofrecen: poder, dinero fácil, placer, entre muchas otras cosas; pero debemos considerar también que los Gobiernos tratan de acabar con ellos a través de la violencia: “Cero Tolerancia” “Plan Escoba” “Mano Dura”; pero la violencia genera más violencia. Entonces, provocan que las pandillas, los cárteles, etc., cada vez se vuelvan más violentas y los esfuerzos de gobiernos también; y así continúa el ciclo de violencia. Hasta que acaben ambos destruyéndose.

¡Aléjate de ellos! Esa es la lección que Dios quiere que aprendamos. Y es que, muchas veces, en la vida lo fácil se hace más atractivo. Pero Dios nos advierte que lo que fácil se obtiene no perdura, al contrario, es una trampa de muerte.

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