Mas Real Que La Ficción

Más Real Que La Ficción
¿Cómo puedes creer en lo que dice un libro lleno de historias ficticias e ilógicas? ¿Cómo puedes dejar tu cerebro a un lado para creer en Dios?
Si tu crees en Dios seguramente te han hecho estas preguntas. Si no crees en Dios seguramente las has hecho. Bueno, sin usar la Biblia, sólo usando la lógica te responderé porque prefiero creer en DIOS.

En cierta ocasión alguien me dijo que era ilógico creer en lo que la Biblia dice, que por eso prefería creer en la evolución y el big bang, porque son hecho científicos comprobados. Que la fe es ilógica e irracional, mientras que la ciencia no exige dejar el cerebro para creer cosas absurdas. Que la Biblia tiene puras historias de ficción y cuentos de hadas, mientras que la ciencia se basa en hechos innegables. ¿En verdad?

Bueno, aquí te van las razones “lógicas” por las cuáles yo prefiero creer en un Creador y no en una Casualidad:

(1) Los fósiles. Sólo por si no lo sabías, son restos mineralizados de un organismo y que guardan un registro de lo sucedido en la tierra. Tenemos fósiles de plantas y animales muy antiguos, uno de ellos es un bicho llamado trilobito. Se han encontrado restos de estos alrededor de la tierra, lo increíble es que no se han encontrado fósiles de los ancestros del trilobito, del animal del cuál evolucionó, y debería haberlo ya que debió vivir millones de años para que evolucionará y se convirtiese en un trilobito. Vayamos a un animal más moderno, el caballito de mar, se han encontrado fósiles de caballito de mar, pero no fósiles del animal del cuál evolucionó, y debería haberlo ya que en “teoría” debió existir en la misma época del trilobito. Lo “lógico” sería supones que si hay fósiles de animales de miles de millones de años atrás, entre esos deberían haber restos de los animales de los cuáles evolucionaron los actuales, pero ¿ya lo notaste? ¡No hay! Sin necesidad de ser un científico entiendo porque sigue siendo “Teoría”.

(2) “Supositorios”. Perdón por la broma pero recordé al chavo del 8 diciendo supositorios en vez de suposiciones. Ya que no existen fósiles de los animales previos a lo que son actualmente. Los científicos tienen que hacer “suposiciones” de cómo llegaron a ser (evolucionaron) lo que hoy son. ¡Sí! Esos dibujitos que comienzan desde un organismo unicelular y su avance a través de los miles de millones de años hasta el día de hoy. El asunto es que ya han pasado miles de millones de años desde el último paso evolutivo, y resulta que el perro sigue siendo perro, el gato sigue siendo gato, y el hombre… bueno ese parece que va para atrás. Quizás tampoco has leído la obra de Darwin, pero si la lees, verás que está plagada de “puede ser”, “quizás”, y “posiblemente”. Y ¿no que la ciencia se basa en hechos comprobables? Entonces no es más científico creer en la suposición de la evolución que en la suposición de un Dios.

(3) El Huevo O La Gallina. ¡Houston, tenemos un grave problema! Resulta que si el microorganismo unicelular evolucionó hasta convertirse en huevo, ¿quién lo empolló? Pero si el microorganismo unicelular evolucionó hasta convertirse en gallina como pudo crecer sin la protección del huevo, y como es que después su ADN registró que vino de un huevo, si no vino de uno.

(4) La “Ilusión” Del Diseño. Esto me recuerda a la película “El Ilusionista”, si no las has visto te la recomiendo, pero se trata de alguien que realiza los trucos más maravillosos de “ilusionismo”, tan buenos que parecen producido por “magia de verdad”, pero sigue siendo una “ilusión”, no es real. A cierto erudito se le ha ocurrido llamar al diseño del ser humano, la “ilusión del diseño”, argumentando que el cuerpo humano, los organismos, bacterias, el universo, etc., no fueron diseñados, simplemente fueron producto de la casualidad. Pero la “realidad” es que los organismos vivos son “multifuncionales”, es decir, son producto de muchas cosas complejas funcionando a su vez y además realizan diversas funciones a su vez. La ilusión aquí es creer que cada función fue agregándose poco a poco. Por ejemplo un árbol: provee oxígeno procesando el dióxido de carbono, evitando así que el aire sea tóxico para el ser humano (si hubiese evolucionado por accidente no se hubiese preocupado por purificar el aire, que le importa el ser humano), provee madera, casa para las aves, raíces para evitar la erosión de la tierra, además de frutas (y considera por ejemplo, que las frutas de temporadas o lugares fríos tienen alto contenido de vitamina C, necesaria para fortalecer el cuerpo humano para cambios de temperatura), además de producir su semilla para seguir reproduciéndose.

Y podría seguir citando más cosas por las cuáles yo prefiero poner mi fe “en un Diseñador”, a una “casualidad”. De hecho, como que se necesita una fe más ciega para creer en la evolución, que en un Dios diseñando lo que ves. Y como te habrás dado cuenta, ni siquiera te cité la Biblia, porque no se necesita citarla para probar que Dios es más real que la ficción.

Alguna vez lo he dicho y lo vuelvo a repetir, todo es cuestión de fe. Yo prefiero poner mi fe en la Teoría de que existe un diseñador, Dios. Y mi decisión no es ciega y mucho menos ilógica. Y tu fe ¿es acaso ilógica y ciega?

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