¿Dónde Está La Gloria?

¿Dónde Está La Gloria?
¿Por qué a veces, a pesar de estar en una iglesia, buscando a Dios o sirviéndole las cosas no salen bien?
Descubre lo que aprendió el pueblo de Israel en una de sus batallas contra los filisteos.


Los filisteos atacaron al ejército de Israel y lo derrotaron matando a cuatro mil hombres. Terminada la batalla, las tropas se retiraron a su campamento, y los ancianos de Israel se preguntaban: «¿Por qué permitió el Señor que los filisteos nos derrotaran?». Después dijeron: «Traigamos de Silo el arca del pacto del Señor. Si la llevamos con nosotros a la batalla, nos salvará»... Cuando los israelitas vieron que el arca del pacto del Señor llegaba al campamento, ¡su grito de alegría fue tan fuerte que hizo temblar la tierra!...Así que los filisteos pelearon con desesperación, y de nuevo derrotaron a Israel. La matanza fue grande; ese día murieron treinta mil soldados israelitas. Los sobrevivientes dieron la vuelta y huyeron, cado uno a su carpa. Entonces los filisteos capturaron el arca de Dios y mataron a Ofni y a Finees, los dos hijos de Elí. (1 Samuel 4:2-11)

Israel estaba en guerra con los filisteos, y ellos sabían muy bien que la guerra no se gana por tener un ejército más grandes o mejores armas. Ellos estaban confiados en que el Señor de los Ejércitos estaba de su lado, pues hablaba a través de su Profeta Samuel. Así que no había posibilidad de perder. Pero, ¿qué pasó? ¡Perdieron!

La pregunta que se hizo el pueblo de Israel demuestra que ellos sabían que no fue por no tener un buen ejército o buenas armas. Se preguntaron: ¿Por qué permitió el Señor que nos derrotaran?, sabían intelectualmente que DIOS les daría la victoria, pero sus corazones estaban muy lejos de Dios. Entre ellos llevaban a los hijos del sacerdote Elí, quienes tenían relaciones sexuales con mujeres, robaban de la ofrenda al Señor, y vivían una vida totalmente lejos del Señor. ¿Por qué los mantenían entre ellos? Por que estos jóvenes representaban el tipo de vida que la mayoría de los israelitas vivía.

Esto nos muestra que Israel sabía lo que era correcto, pero no hacía lo correcto. Por eso, aunque intentaron una segunda ocasión ganar a los filisteos, y en esta ocasión trajeron el arca del pacto (la representación de Dios) al campo de batalla, volvieron a perder. Dios simplemente no los estaba respaldando.

Muchos nos preguntamos ¿dónde está la gloria de Dios?, ¿por qué no veo en mi vida lo que tanto se dice de Dios? La respuesta es obvia, no es porque el problema sea muy grande, no es porque la circunstancia rebase la capacidad de Dios, no es porque sea imposible para el Señor y mucho menos porque Dios no existe o o porque no es real, es porque SABEMOS lo que es correcto, pero no lo hacemos. Vivimos permitiéndonos "pequeños" pecados que ya el Señor nos hizo ver que debíamos desechar de nuestras vidas para poder experimentar la victoria. Y aún cuando estés en un templo o un ministerio, no experimentarás la victoria SABIENDO lo que debes hacer, sino HACIENDO lo que tienes que hacer.

¿Queremos ver la Gloria de Dios? Comencemos a vivir de tal manera que glorifiquemos al Señor con nuestra vida. No sólo Sabiendo, sino Haciendo la voluntad de Dios.

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