Creciendo En Santidad

Creciendo En Santidad
¿Yo creo que mejor no continuo porque estoy muy lejos?
Descubre cómo es el proceso de santificación para que no desesperes.

Porque ésta es la voluntad de Dios: su santificación; es decir, que se abstengan de inmoralidad sexual; que cada uno de ustedes sepa cómo poseer (tener) su propio vaso en santificación y honor, no en pasión degradante, como los Gentiles (paganos) que no conocen a Dios. Que nadie peque ni defraude a su hermano en este asunto, porque el Señor es el vengador en todas estas cosas, como también antes les dijimos y advertimos solemnemente. Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a (vivir en) santificación. (1 Tesalonicenses 4:3-7)

¿Qué me responderías si te pregunto: Cuál es tu principal propósito en la vida? Si eres cristiano ya pensaste en algo como: “honrar a Dios”, “predicar al mundo de Cristo”. Lo más triste es que la mayoría no vive de acuerdo a sus palabras, y algunos viviendo totalmente al contrario de sus dichos.

Dentro de las iglesias es tan común escuchar a los hermanos decir cosas como: “quiero aprender a prosperar”, “quiero ser sano”, “quiero aprender a ser paciente”, etc. Y no estoy diciendo que esto sea malo, lo que sí quiero decir es que es tan raro escuchar a alguien decir: “quiero aprender a vivir en santidad”.
La palabra Santo literalmente significa “apartado”, así que SANTO en realidad significa: ser diferente. Así que la santificación es un proceso bastante largo porque es ir creciendo poco a poco de tal forma que tu vida se va pareciendo más a la de Cristo. Poco a poco te vas pareciendo más a Cristo.

¿Cómo se logra la santificación?
Lo primero que debes hacer es siempre examinarte a ti mismo. Orar y pedir a Dios que te muestre esas áreas en tu vida que no se alinean a Su Voluntad.

Segundo, es permitir que Dios te hable a través de Su Palabra (la Biblia). Así que léela, y pide al Señor que te ayude a alinear tus pensamientos y tus acciones a Su voluntad escrita.

Finalmente intégrate a un grupo de creyentes, porque allí encontrarás a personas que también se esfuerzan por mejorar, por agradar a Dios en todo, que también tendrán luchas como tú y pueden orar unos por otros, apoyarse y darse ánimo en los momentos difíciles. Allí podrás encontrar amigos en quienes confiar y con quienes crecer.

Todos como hijos de Dios estamos en un proceso de crecimiento en santidad. Quizás en este momento puedas pensar: “Estoy muy mal”, pero todos estuvimos en ese punto, pero no nos dimos por vencidos, aun seguimos caminando. En lo personal, aún sigo luchando en ciertas áreas de mi vida, pero me he dado cuenta que en muchas otras, con las cuales batallaba cuando inicié y que pensé que nunca podría vencer, hoy ya no existen.

Cada día que pasa debes mantenerte firme, ser perseverante, no renuncies. Recuerda que avanzamos poco a poco, pero cada día debes permitir que el Espíritu Santo siga trabajando contigo, ayudándote a crecer en santidad. Puedes estar confiado en que la obra que el Señor ha comenzado, no la dejará a medias, Él la va a terminar y lo va a hacer Muy bien.

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