Lidiando Con La Ira

Lidiando con la ira
¿Por qué a  veces exploto contra las personas?
Descubre cómo podemos lidiar con la ira

Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, por el cual fueron sellados para el día de la redención. Sea quitada de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritos, insultos, así como toda malicia. Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como también Dios los perdonó en Cristo. (Efesios 4:30-32)

Si nuestro deseo es vivir una vida justa, no podremos darle cabida a la ira. Ni siquiera al resentimiento. Y es que la furia que llega a arder en nuestros corazones, puede convertirse en fortalezas de Satanás.

Hay quienes me han dicho, no te aguantes suelta todo tu enojo. Otros más, me dijeron “respira profundo y haz como que nunca pasó nada”. Pero lo que he descubierto es que eso no es muy efectivo para resolver el problema con la otra persona, y mucho menos me he sentido mejor después de expulsar todo mi enojo. Pero el método del Señor, ese sí que funciona a la perfección para hacernos libres. En el párrafo que leímos se nos dice que “quitemos de nosotros”. Pero para hacerlo debemos comenzar con reconocerlo.

Ya sea que estemos enojados contra nosotros mismos, contra otra persona, o incluso contra Dios, debemos reconocer que existe ese sentimiento. El pretender que “nunca pasó nada”, “no hay nada que perdonar”, “no me dañó”, es decir, el pretender que es sentimiento no existe en nosotros no sirve. Si te has enojado contra alguien, admítelo e identifica el por qué. Porque al saber por quién o por qué se desató tu furia, te ayudará a evitar una muy mala reacción, porque a veces esta reacción es contra alguien que ni la debe, ni la teme.

¿Cómo podemos identificar la fuente de nuestro enojo?

Pregúntate: ¿Por qué estoy enojado? ¿Quién me hizo enojar? ¿Por qué me siento así o por qué estoy actuando así? ¿En qué momento comencé a sentir o pensar así? ¿Ya tengo mucho con este enojo?

Ya que has identificado esto, es tiempo de perdonar, no importa qué haya sido. El enojo, la ira y la falta de perdón van de la mano, y se convierten en una bolsa muy pesada que andas cargando. Dios nos llama a quitarnos ese peso, a dejar esa bolsa a un lado y disfrutar del amor y bondad. Es mucho mejor.

Comentarios

Los más leídos