Elige Tu Destino
Dios tiene un gran propósito para tu vida, pero el destino lo eliges tú
Descubre lo que pasó con un joven cuando Jesús le dijo lo que tenía que hacer para heredar la vida eterna
Jesús, mirándolo, lo amó… (Marcos 10:21)
Cierto día, un joven se acercó a Jesús con una pregunta muy interesante, ya que es la misma pregunta que nos hemos hecho en más de una ocasión: “Señor, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” En otras palabras, ¿qué debo hacer para ganarme el cielo?
Entonces Jesús le dijo que vendiera todo lo que tenía, que lo compartiera con los pobres y que lo siguiera. Y la Biblia nos dice que este joven se alejó con el corazón quebrantado porque era sumamente rico y no estaba dispuesto a compartir lo que tenía. Le dio la espalda a Jesús y se alejó.
¿Sabes que hizo Jesús al verlo partir? ¡Nada! No salió corriendo tras el joven a decirle: “Vuelve. Podemos llegar a algún arreglo”. Al contrario, permitió que se fuera.
Este joven quien tenía todo, lo perdió todo en un instante. Probablemente pudo llegar a ser un gran evangelista o predicador, quizás pudo haber sido usado para traer sanidad a las personas, sin duda alguna su vida pudo haber servido para la Gloria de Dios, y hoy sabríamos su nombre, leeríamos de las hazañas que el Señor hizo a través de su vida. ¡Pudo haber hecho tesoros en el cielo! Pero nada de eso pasó. Al contrario, hoy recordamos sólo un joven que decidió no seguir a Jesús.
Hoy tú debes de tomar una decisión también, por mucho tiempo has estado escuchando acerca de Dios y de la salvación que ha provisto, del propósito maravilloso que tiene para tu vida, pero tú eliges tu destino. Puedes elegir seguir al Mesías y pasar la eternidad con él, o ir por otro lado y vivir la eternidad separado de Él. Jesús no te obligará a seguirle, Él no cambiará los términos de la salvación, no se pondrá a negociar.
Justo en este momento, Jesús te está viendo y te está amando. Te está invitando a que pierdas algo aquí en esta tierra, algo que consideras muy importante, pero es necesario para comenzar a hacer tesoros en el cielo. Es necesario para que puedas seguirle sin estorbo alguno.
Es momento de soltar aquello que te pide el Señor, y tener las manos libres para poder tomar tu cruz y seguirle. Es tiempo de que elijas tu destino.
Comentarios